Matamoros, Coahuila.-
Todo un desorden bien organizado es el que trae Horacio (ra) Piña, como presidente municipal de ese sufrido y olvidado municipio; la semana pasada, al menos hasta el viernes, nadie sabía de su paradero.
Es increíble, cómo de la noche a la mañana, Matamoros sufrió un cambio nunca antes visto en los anales de su historia, pero a eso le sumamos la lloradera de que sólo hay dinero para hacer obritas de relumbrón, cambiar un tubo de drenaje por otro o la llave de paso por una menos usada.
En los últimos días, (ra) Piña se volvió ojo de hormiga, desapareció como por arte de magia y no precisamente por andar gestionando recursos, porque ni para eso sirve.
En radio pasillo del edificio de Independencia y Pabellón, es un secreto a voces que el doctor “Pantano” se encuentra recluido, aunque entra y sale a su antojo, en un conocido taller de reparación mental y corporal, para desintoxicarse de tanto “sanitizante de fuego” que ingirió para protegerse del Covid-19.
Aquel grupo de once regidores, entre priístas, independientes y morenistas, que desenterraron el hacha para no aprobarle los informes financieros ni los dos primeros trimestres del año 2020, también pusieron pies en polvorosa, no asisten a su cubículo en presidencia porque, como ven las broncas financieras, es mejor ya no repartir entre la gente su sagrada quincena y sus 20 mil devaluados pesitos, para ellos ya inició el famoso “año de Hidalgo”.
Por eso y muchas cosas más, quien le sale al toro y anda representando a (ra) Piña en las inuguraciones de barridas de calles y callejones, es la presidenta honoraria del DIF, acompañada de la regidora doctora honoris causa y de otra mujer que se siente medio cacique del ejido Santo Niño Aguanaval. O sea, el matriarcado en todo su esplendor.
Mientras tanto, las broncas gratuitas de Horacio (ra) Piña, se incrementan día a día, la regidora con licencia autorizada por el cabildo, Congreso y Dios, ya anda en los tribunales presentando denuncias porque se están violentando sus derechos humanos, de género y quincenales, todo porque sus queridísimos homólogos recibieron línea de no autorizar su reingreso, luego de chupar faros como candidata a la diputación local por el distrito VII.
Por cierto, en esta quincena, ya hicieron abandonar la nómina a cerca de 50 personas más, de esos que en las calles fuerte y quedito gritaban que traían de mil a dos mil gentes que votarían por Lili Piña. Al hacer cuentas, resultó que juntaba más un atropellado que ellos.
Dicen, a mí no me lo crea, que a las direcciones donde se maneja dinero, como es Tesorería, Ingresos, Egresos, Seguridad Pública, Obras Públicas, Alcoholes, Rastro, deportivas y DIF, en esta semana les llegará visita para auditarlos, a ver si no salen con que una o dos de esas oficinas fueron visitadas por los amantes de lo ajeno y se robaron toda evidencia y registro.
En la secretaría del Ayuntamiento, ya están preparando el informe de gobierno que Horacio (ra) Piña rendirá, seguramente virtual, en el mes de diciembre.
El que ya tiene listo su reporte, es el Tesorero Jaime Agustín Sifuentes, quien carga su carpeta con la hoja debidamente membretada y lista para hacerla llegar y anexarla al documento y que a la letra dice: todo lo que entró, salió.