POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Los bancos son una estructura económica que sostiene a la sociedad; por lo que su existencia es casi vital para la vida pública, ya que casi todas las actividades de una población dependen de los bancos; sobre todo en estos tiempos en que casi todo se hace a través de ellos, como es el cumplimiento de obligaciones bancarias, fiscales, laborales, principalmente el pago de los sueldos con de tarjetas bancarias en los cajeros automáticos; envíos y recepción de remesas de una ciudad a otra en todo el país y en el extranjero, etcétera.
Entre más bancos haya, la población usuaria de sus servicios resultará más beneficiada; por eso cuando el 22 de marzo de 2019, la Asociación de Bancos de México ABM, por conducto de su nuevo presidente Luis Niño de Rivera, dio a conocer que de los 549, del total de los 2 mil 458 municipios del país, no tienen bancos, prometió que en este sexenio los tendrían, causó beneplácito.
No sabemos en cuántos de esos 549 municipios que no tenían bancos, ya los tienen; pues esa promesa ya tiene un año siete meses que se hizo; pero lo que sí sabemos es que en dos municipios en que había por lo menos un banco, acaban de ser cerrados.
El pasado jueves 15 de octubre, el único banco Scotiabank, que existía desde hace alrededor de 60 años, en ciudad Lerdo, Durango, con una población de más de 115 mil habitantes, fue cerrado; y en San Pedro de las Colonias, Coahuila, también con una población de más de 100 mil habitantes, fueron cerrados los bancos BBVA y HSBC; habiendo dejado a dichas ciudades sin banco alguno.
Los alcaldes Homero Martínez Cabrera y Patricia Grado, respectivamente de esos dos municipios, y Abelardo Fernández, Presidente de la Cámara de Comercio de San Pedro, protestaron airadamente contra esos arbitrarios y desconsiderados cierres de los bancos; toda vez que están desquiciando la economía y el comercio de sus poblaciones a las que les están trastocando su vida; pidiendo la inmediata intervención de la Comisión Nacional de Usuarios de Servicios Financieros CONDUSEF, para resolver este grave problema.
El que vivamos en una zona conurbada, y que ciudad Lerdo, esté pegado a Gómez Palacio, Durango, en donde sí hay bancos, a los que pueden ir los usuarios de aquella ciudad, no es justificación alguna para que le hayan quitado su único banco; como tampoco lo es que San Pedro, está a alrededor de 30 kilómetros de distancia de Francisco I. Madero, Coahuila, en donde está un banco.
La CONDUSEF, tiene la obligación de forzar la reapertura de los bancos cerrados, so pena de no concederles autorización de abrir nuevos bancos en todo el país, por su grave irresponsabilidad.
Debe también CONDUSEF, dar toda clase de facilidades a otros bancos distintos al Scotiabank, BBVA y HSBC, para que lo más pronto posible abran sucursales en esas dos ciudades que su irresponsabilidad ha dejado huérfanas de bancos.