POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Este jueves primero de octubre, el Pleno de la Cámara de Diputados, discutirá la iniciativa de ley para eliminar 54 fideicomisos y 4 fondos, para rescatar alrededor de 36 mil millones de pesos, que según dictámenes de la Auditoría Superior de la Federación, los titulares de los mismos manejan con opacidad, nula transparencia y falta de rendición de cuentas; y lo cual es muy probable que sea aprobada, pues esos millones se destinarán a hacer frente a los estragos del COVID-19, y a la crisis económica.
Pero los malquerientes del Gobierno de México, nada más están esperando cualquier pretexto para tergiversar lo que hace, para envenenar a la opinión pública; y hacer creer a la sociedad que con la eliminación de esos fideicomisos y fondos, se va a dejar sin recursos públicos a la ciencia y tecnología, a los damnificados de desastres naturales, a los defensores de los derechos humanos y periodistas, a los deportistas de alto rendimiento, a la población de las zonas metropolitanas, a los impulsores del cine, etcétera.
Ahora serán la Secretaría de Gobernación, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y la Tesorería de la Federación, las dependencias que harán llegar sin intermediario alguno todos los recursos públicos que necesiten las víctimas de desastres naturales, los estudiantes, maestros e investigadores de ciencias y tecnología, los artistas, las víctimas de violación de derechos humanos y los periodistas, las poblaciones integrantes de las zonas metropolitanas (como la de la Laguna), etcétera.
Los anteriores gobiernos al actual crearon múltiples fideicomisos y fondos, como uno de los muchos sistemas de la corrupción, con los que sus operadores como intermediarios se quedaban con buena parte del dinero en perjuicio de sus destinatarios: científicos, deportistas, artistas, periodistas, etcétera; por lo que una de las principales razones para eliminarlos es acabar con la corrupción y optimizar lo máximo posible los dineros del pueblo.