POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Por tener algunas semejanzas con el derrocamiento de Francisco I. Madero y con las manifestaciones en contra del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, recordamos esta parte de la historia.
En 1970, en Chile, llegó a la Presidencia de la República, el médico Salvador Allende, con un proyecto de estado popular que buscaba el bienestar de todos.
Fue el primer Presidente de izquierda en la historia que llegó por el voto; pues antes llegaron por medio de revoluciones, como en Rusia, Cuba y otros países.
Allende transformó a Chile, nacionalizando el cobre, profundizando la reforma agraria, tratando de elevar substancialmente los salarios y congelando los precios de las mercancías; emprendiendo políticas públicas para el bienestar de todos; lo que hizo que sus opositores bloquearan sus acciones, con paros de camioneros para no transportar los alimentos, haciendo que las mujeres marcharan con cacerolas por falta de alimentos; creando así una crisis social, económica y política.
Pero en esa crisis, Chile, tuvo un breve alivio de paz y un corto suspiro de esperanza, con la entrega del Premio Nobel de Literatura a Pablo Neruda, el autor de grandes poesías como en la que dice: “si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida”; amigo íntimo y paisano de Allende, que dejó de existir, inmediatamente después de la muerte de éste.
Pero como algunas de las empresas mineras nacionalizadas por Allende, eran norteamericanas, entonces el Presidente Richard M. Nixon y su Secretario de Estado Henry Kissinger, a través de la CIA, financiaron el golpe de estado de Augusto Pinochet (el Victoriano Huerta de Chile), el 11 de septiembre de 1973, en el que Allende murió en lugar de rendirse.
Pero el golpe de estado no mató los ideales de Allende, de justicia y de democracia y los anhelos de bienestar; por lo que el pueblo de Chile, salió a la calle a protestar contra Pinochet, quien lo reprimió sangrientamente con saldo de decenas de miles de muertos, de desaparecidos y presos; que hizo que todo el mundo lo repudiara; negándole su entrada algunos países; hasta que finalmente fue sacado del gobierno por el “No” en un plebiscito 17 años después; siendo apresado por delitos por los que se procesa a ex Presidentes de la República; pasando así a la basura de la historia como una de las peores dictaduras.
Mientras siga habiendo desigualdades, injusticias, falta de oportunidades, bajos niveles de vida, deseos de libertad y esperanza en el bienestar de todos, los ideales por los que luchó y ofrendó su vida Salvador Allende, seguirán viviendo.