POR: JESÚS M. MORENO MEJÍA
“La guerra no sólo destruye
lo que existe, sino también
lo que podría existir”.
Andrew Carnegie
Vivimos hoy en día en desconocimiento de hechos heroicos que deberíamos recordar, no sólo aquellos que por tradición conocemos, como sería el Grito de Independencia, sino de otros que han quedado rezagados dentro de la historia nacional, entre ellos, la participación del Batallón de San Patricio en la guerra de México contra el ejército invasor de Estados Unidos de América, librada entre 1846 y 1847.
Al iniciarse las acciones bélicas en 1846, los mexicanos de aquel entonces vieron con extrañeza a grupos de hombres que hablaban con un acento distinto a los soldados norteamericano, quienes aparte de destacar por su aspecto eran más fornidos y de facciones más cuadradas y colorados que los gringos.
Se trataba de soldados irlandeses, al mando del capitán John O’Reilly, los que originalmente habían sido enrolados por el ejército estadounidense con la finalidad de invadir nuestro país, pero al darse cuenta que la guerra de Texas era sólo un pretexto para apoderarse también de otros estados del sur, decidieron pasarse al lado de los mexicanos.
Lograron cruzar el Río Bravo y formar el Batallón de San Patricio (llamado así por ser este el santo patrono de Irlanda), para luchar al lado de México y contra los invasores de EUA. Estos hombres eran irlandeses católicos exiliados, quienes salieron de su país perseguidos por los ingleses. Eran en total 260 soldados, que en su mayoría murieron en el campo de batalla.
El capitan O’Reilly había sufrido de niño el cruel sometimiento y vejación de los ingleses en contra de su su país. Inclusive, el novelista francés, Julio Verne, había descrito de modo conmovedor esta situación opresiva en su obra “Aventuras de un niño irlandés”, y algo similar pasaría en México, pues el ejército de nuestro país estaba formado por campesinos hambrientos, desnutridos, con armas obsoletas y una grave carencia de parque y de víveres, como ocurrió en Irlanda al hacer frente a los ingleses.
El Batallón de San Patricio en su insignia aparecían los escudos de México e Irlanda, así como el nombre de su capitán; su bandera era verde y llevaba la imagen de San Patricio, con el lema “Erin go Bragh” (Irlanda por siempre), y en el reverso aparecía el escudo mexicano y el nombre de su batallón.
En ese ambiente, se les unieron hombres de otras naciones, tales como polacos, alemanes, italianos y algunos estadounidenses, que juntos combatieron a los invasores, causándoles muchas bajas.
El Batallón de San Patricio participó en la campaña del Ejército (mexicano) del Norte; en la batalla de la Angostura (en Coahuila); en las acciones de defensa de la capital del país; en Padierna, bajo las órdenes del general Gabriel Valencia, y finalmente en Churubusco, calificada como una carnicería, hasta que los nuestros se quedaron sin parque.
Después esta batalla, los irlandeses que sobrevivieron fueron apresados y ejecutados, en virtud de un decreto norteamericano que penaba con la muerte la deserción, y según se dice se hizo una excepción al capitán O’Reilly y otros que se rindieron previamente; sin embargo, fueron condenados a recibir 50 azotes en la espalda y marcados con una D de un hierro candente en la cadera, para significar que eran desertores.
Un periódico de la época, “El Siglo XIX”, comentó respecto de ese batallón: “El ejemplo de los irlandeses de las Compañías de San Patricio en Churubusco, es bastante para demostrar el arrojo que puede tener un ejército, cuando se promete un bienestar material futuro después de la victoria”. Sin embargo, la victoria nunca llegó y los invasores ocuparon la Ciudad de México el 14 de septiembre de 1847.
Abraham Lincoln admitió ante el Congreso del vecino país del norte, que su país había provocado una guerra “innecesaria e inconstitucional”, contraria a los nobles principios de esa nación, en tanto Henry David Thorau declaró que dicha intervención era éticamente injusta y contraria a los ideales de libertad, dignidad e igualdad de la Unión Americana, pero todo esto salió sobrando.
En las efemérides de fechas significativas de México, el 12 de septiembre se conmemora la gesta heroica del Batallón de San Patricio en 1847, izando la Bandera Nacional a media asta.
¡Hasta la próxima!