POR: EDUARDO GRANADOS PALMA
Analista internacional
en Seguridad Pública,
Inteligencia y Defensa.
www.grapesa.com
Cuando usted termine de leer esta columna, diez personas más se habrán contagiado de Covid-19 en México. Pese a que se registró el récord de 6 mil 995 casos nuevos en un solo día, Hugo López-Gatell salió con que la pandemia ¡se está desacelerando! La reapertura económica en el país será lenta, debido a que iniciará en los municipios sin registros o un bajo número de casos de COVID-19, pero estos tienen una baja participación en la actividad productiva, esto puede generar una nueva oleada de contagios que ‘incubaría’ otra caída de la economía. Habíamos advertido que el estado difícilmente aguantaría la presión derivada de la ruptura del confinamiento y de la serie de mensajes encontrados, confusos, contradictorios y angustiantes de los gobiernos federal, estatal y municipal. Y así fue. México cedió y permitió que los negocios vuelvan a la actividad y de forma sólo medio escalonada porque, en lugar de semanas, el proceso durará apenas unos días. Los riesgos son enormes. La gente deberá cuidarse por sus propios medios y los medios de comunicación resultarán fundamentales en esta tarea. Lejos de hacer linchamientos de las figuras públicas, se vuelve urgente ofrecer a la ciudadanía información clara y precisa sobre las formas para reducir el riesgo de contagios, para mantenerse a salvo, en lo posible de una enfermedad que mata y que se propaga con una extraordinaria velocidad. Se trata de una responsabilidad compartida. El incremento en el número de contagios generó cierta preocupación sobre si el reinicio de la economía es demasiado rápido, y si la flexibilización de las órdenes de quedarse en casa podría causar nuevos brotes y es posible que estas cifras comiencen a aumentar, por la propagación ante la reapertura de negocios. Y es que para muestra lo que está sucediendo con los semáforos tanto de Guerrero, Hidalgo, Morelos y Oaxaca pasaron de color rojo a naranja luego de mejorar sus cifras de atención hospitalaria de la enfermedad y redujeron el número de transmisiones. Pero Veracruz retrocede a color rojo al igual que Campeche, Coahuila, Guanajuato, Yucatán, Tamaulipas y Chiapas. Es probable que la pandemia del nuevo coronavirus dure hasta dos años y no se controlará hasta que aproximadamente dos tercios de la población mundial sea inmune. Debido a su capacidad de propagarse desde personas que no parecen estar enfermas, el virus puede ser más difícil de controlar que la influenza, la causa de la mayoría de las pandemias en la historia reciente, los niveles de infección en las personas pueden ser mayores antes de que aparezcan los síntomas. En el peor de los escenarios una enorme segunda ola de contagios por COVID-19 podría aparecer en otoño e invierno, y en el mejor de los casos, las personas continuarán perdiendo la vida por el virus. De igual forma, aconseja al gobierno estadounidense advertir a la población del largo camino por delante en lugar de asegurar que la pandemia podría estar terminando. Hoy en día se plantean tres posibles escenarios. En el primero, una ola inicial de coronavirus durante la primavera de 2020 viene seguida por una serie de brotes más pequeños en verano, que continuarán de manera consistente durante un periodo de uno a dos años, disminuyendo progresivamente en 2021. El segundo escenario plantea una gran ola en otoño o invierno y uno o varios brotes más pequeños en 2021, por lo que se necesitará la restitución de las medidas de mitigación para frenar la propagación del virus y evitar el colapso del sistema sanitario. Este patrón es similar a lo que se vio con la pandemia de 1918-19 y por último, el tercer panorama prevé una transmisión a fuego lento. En él, no sería necesario retomar las medidas de prevención y contención, aunque los positivos y las muertes continuarían. Se debe planificar y estar preparados para el segundo escenario, el peor de los que se plantean. Los funcionarios del gobierno deberían desarrollar planes concretos, incluidos los desencadenantes para restablecer las medidas de mitigación y hacer frente a los picos de enfermedades cuando ocurran, porque definitivamente esto va para largo.