POR: LA COMADRE
Coincido con Isidro García, sobre el comportamiento de Jorge (Peje)Zermeño, durante la pandemia, por eso, retomo lo que él dice del Alcalde de Torreón:
“Ayer escribí acerca de cómo el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, ha sido rebasado por la pandemia del COVID-19 que tienen al Municipio con mayor número de casos en todo el Estado.
Esto escribí: “Si bien entiendo perfectamente la parte de la responsabilidad de los ciudadanos que salieron a la calle a actividades no esenciales, que no atendieron las recomendaciones de las autoridades o que también hicieron fiestas, creo que la situación se ha vuelto seria y preocupante por la indiferencia e indolencia del alcalde Jorge Zermeño Infante (PAN), quien es el jefe de la comuna y quien según la Ley Estatal de Salud del Estado de Coahuila es autoridad sanitaria”.
También señalé que Zermeño no puede zafarse. El Artículo 3º de esa Ley, establece que “son autoridades sanitarias estatales: I. El Gobernador del Estado; II. La Secretaría de Salud del Estado, y III. Los Ayuntamientos en el ámbito de su respectiva competencia”.
Y remarqué que el alcalde tampoco puede lavarse las manos ni defender lo indefendible como también lo tratan de hacer inútilmente sus regidores Eduardo González Madero y Elizabeth Pérez Alemán, del PAN, quienes dicen que en Torreón se atienden casos de COVID de los Estados de Durango, Zacatecas y Chihuahua, pero lo que no dicen es que esos casos no forman parte de la contabilidad de Coahuila.
El Siglo de Torreón, en su columna Verdades y Rumores, escribió: “Torreón ya alcanzó prácticamente 100 casos de COVID-19 más que la azotada ‘Wuhan del norte de México”, Moncova y cada vez son más los que se empiezan a preocupar de verdad porque, según dicen, el alcalde Jorge Zermeño Infante ni suda ni se abochorna, mientras los contagios están imparables y la autoridad municipal poco hace para frenarlos. Nuestros subagentes, vestidos de guantes protectores agujerados, nos comentan que para muestra basten varios botones. Pese a que en Coahuila y por decreto el uso de cubrebocas es obligatorio, en Torreón los conductores lo cuelgan, en el mejor de los casos, en el espejo retrovisor como un ‘souvenir’ o se lo ponen en el cuello, mientras la gran mayoría ni los usa. Pasan los agentes de Tránsito y mejor se ocupan en aplicar multas a diestra y siniestra a los distraídos conductores que en recomendarles el uso de este elemento y la indiferencia de la Policía Municipal es igual. En los paseos públicos los jóvenes utilizan los espacios deportivos, pero del cubrebocas ni se acuerdan”.
Milenio Laguna, en su columna Templete, anotó: “Que el alcalde Jorge Zermeño no ha entendido el nuevo mundo que le tocó vivir como autoridad municipal en Torreón. No se trata de su edad, es un tema emocional y de cómo el presidente municipal procesa sus reacciones a las críticas y a los errores cometidos como edil. Tiene la piel sensible y mucho. Contesta iracundo, insensible. Al margen del covid-19, donde gran parte de los presidentes y sus órganos de seguridad han cometido pifia tras pifia contra ciudadanos, que protestan y exigen (y las califican de “ataque opositor”), el ex embajador de México en España rechaza que sus policías o agentes viales estén abusando de los ciudadanos que protestan o se defienden de los excesos”.
¿Seguirá creyendo Jorge Zermeño que no ha sido rebasado en el tema de la pandemia COVID-19?
Que la semana pasada, se dio a conocer que tres funcionarios de alto nivel, dieron positivo al COVID19. Entre ellos, Javier Guerrero García. Aquí no entendemos ¿dónde se contagió Javier Guerrero?, si el tipo ni sale de su oficina. Y no creemos, que con una vez que vino a Monclova, hace más de dos meses, se haya contagiado, porque ni siquiera entró al hospital para conocer las necesidades del personal ni en las condiciones en que está la clínica con las políticas de austeridad de AMLO.
Javier es un figurin, un tipo muy delicado en sus modales, es de los que nunca se arriesgan, nada más porque sí. Extraño, muy extraño su contagio.
Que estas palabras del General Carlos Gaytán, fueron las que calaron muy hondo en la vanidad y actitud dictatorial del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es que el pasado 22 de octubre, durante un desayuno en la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Carlos Gaytán aseguró que, “actualmente vivimos en una sociedad polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se sustenta en corrientes pretendidamente de izquierda, que acumularon durante años un gran resentimiento”.
Esto molestó mucho a AMLO, por eso, en varias ocasiones se refirió a un supuesto golpe de estado. Y más, porque el general consideró que es “una verdad inocultable que los frágiles mecanismos de contrapeso existentes han permitido un fortalecimiento del Ejecutivo que viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido a todos”.
Cosa totalmente cierta, pues el grado de polarización y politización, ha venido subiendo de tono, al grado que el Presidente, llamó a los mexicanos a tomar partido: o están con la 4.ª Transformación; o están en contra de ella. Palabras idénticas que pronunció Hugo Chávez en Venezuela, cuando los venezolanos, comenzaron a ver el tinte socialista y totalitario del Presidente Chávez. Por eso, hace unos días, AMLO, emulando a Chávez, lanzó, esa disyuntiva, como si los mexicanos no tuviéramos otras opciones.
Por otro lado, AMLO, no solamente se ha negado a recurrir a la contratación de préstamos, sino que ha criticado a los gobiernos neoliberales, de haber endeudado al país de manera escandalosa. Sin embargo, el Banco Mundial, publicó una nota, en la que dice, que aprueba un préstamo por mil millones de dólares a México, sin que el Gobierno de López Obrador, haya dicho, cuál será el destino del préstamo. Dijo, sí, para lo que no era, es decir, NO va a ser para combatir la pandemia del COVID-19. Ni la Secretaria de Hacienda, ni ninguna otra dependencia, aclararon el motivo por el que se solicitó el crédito.
Así, AMLO, cae en otra de sus incongruencias y sigue con su política de opacidad y de ahorcamiento de la economía, realizando obras que nadie le pidió y que, además, nadie quiere.
Al puro estilo Chavista, por sus pistolas, sin mediar diagnóstico y consecuencias de por medio, a rajatabla, quita el 75 % de gastos de operación a todas las dependencias del Gobierno Federal, significando, para algunas, la muerte por asfixia. A pesar de que algunas, como PRODECOM (que ese 75%, equivale a 186 millones 89 mil pesos), lo que propiciará el cierre de 16 delegaciones del país.
De hecho, esta decisión de AMLO, es un acto ilegal, ya que el presupuesto de la dependencia, no puede ser modificado una vez aprobado y mucho menos reducido, ya que tiene autonomía e independencia técnica y operativa. Con esto, se deja a las personas de menos ingresos que son contribuyentes, de seguridad jurídica y evitar arbitrariedades de parte de las autoridades fiscales en el ejercicio de sus facultades.
Que si por algo se ha caracterizado el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde siempre y hasta ahora, es por su cinismo y demagogia.
La semana pasada, declaró, que no desea que Morena sea partido de Estado como lo fue el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Esta es una mentada de madre, pues, si algo ha caracterizado al partido del Presidente, MORENA, ha sido la subordinación a los caprichos de éste. Ahí están plasmadas sus iniciativas, algunas a aberrantes, gracias a la ceguera de los legisladores de MORENA, que, con solo porvenir una iniciativa de AMLO, ciegamente es aprobada.
El Presidente, es la mano que mece la cuna en ese amasijo de corrientes, mal llamado Partido. Ahí, nada más sus chicharrones truenan, aunque, a últimas fechas, como no tiene un operador inteligente y confiable, las tribus, los improvisados y los oportunistas, están llevando a MORENA al precipicio, por sus ambiciones de poder, por las rencillas al interior y porque algunos operan con la bendición de López Obrador, sin poder contener el proceso de descomposición, que se está presentando, conforme se acercan las elecciones intermedias. No hay en la cúpula, ni en los estados y municipios, líderes fuertes que pongan orden, lo que prevalece, es la corrupción, las traiciones, las deserciones y los golpes bajos. AMLO tendrá que cumplir con lo que una vez dijo, si no logra frenar la caída de MORENA, formará otro partido. Creemos, que se le está haciendo tarde, pues no le alcanzará el tiempo para las elecciones intermedias, lo que augura, una estrepitosa derrota de los candidatos de MORENA, entiéndase, de AMLO.
Y luego llegó la BOA. De veras que para pendejadas, nadie le gana a AMLO. El martes de la semana pasada, en su tediosa mañanera, le metió algo de ritmo, pues, denunció un "enorme complot" contra su pseudo partido Morena y contra su propio gobierno. Según el Presidente, en la polla están, organismos de la iniciativa privada, medios de comunicación, periodistas, universidades e intelectuales, formaron un Bloque Opositor Amplio (BOA), porque, como conservadores que son, quieren recuperar sus privilegios, mediante el lanzamiento de personajes afines que logres ganar la mayoría de diputados e las elecciones del próximo año, para después, quitarle el poder a AMLO, votando, en 2022, cuando sea la votación, para la revocación de su mandato. Y luego, AMLO, pone en la cruz a las organizaciones de la iniciativa privada, a las supuestas universidades de derecha, a los medios de comunicación, a los intelectuales y periodistas, con nombres y apellidos.
Ya no se acuerda López Obrador, todos los años que conspiró contra los gobiernos de Fox, de Calderón y de Peña Nieto, y hasta usurpó el cargo de Presidente, cuando se declaró "legítimo" y hasta se puso la banda presidencial, tomó por meses el Paseo de la Reforma y llamó a la desobediencia civil. ¡Claro que se acuerda! Pero el de él, era u movimiento legítimo, era para salvar al pueblo, era para rescatarlo de las garras de los neoliberales, porque está llamado a ser el mártir, el héroe de la 4.ª Transformación. Mju!
Que AMLO quiere desaparecer a los organismos autónomos, así como a los fideicomisos, que le representan 250 mil millones de pesos, que quiere utilizar para sus programas clientelares. Según AMLO, los 250 mil millones, son para estar preparados por si se da un rebrote del COVID19, cosa totalmente falsa, porque, en todo lo que va de la pandemia, no ha destinado un solo cinco a la gente que está resistiendo los estragos del encierro.
En cuanto a los organismos autónomos, el Presidente, no quiere contrapesos, por eso, quiere a amigos en esos organismos, aunque no tengan ni la más mínima idea de lo que van a realizar y sin la preparación necesaria, conque, como dice López, con 90% de honestidad y 10% de conocimiento, con eso basta. ¿Cómo andarán las cosas en la Transformación de 4a, que ya encontraron la cura contra el Coronavirus: "No mentir, no engañar y no traicionar al pueblo", quien tenga esos atributos, ya la hizo.