Y ESO… ¿ES BUENO O ES MALO? /
POR: GLORIA RUIZ G.
Extraviado, perdido, sin brújula; así veo a Roberto de los Santos, alcalde de Acuña; honestamente pienso que habría salido mejor librado si se hubiera postulado por el PRI, en ese caso lo habrían alineado y el gobernador tendría entonces sí, a Acuña como la consentida y también le habrían elegido a los asesores y colaboradores más cercanos para que desde la administración municipal hicieran brillar al gobernador; pero la realidad es otra. Roberto de los Santos dejó el PRI porque su rebeldía llegó al grado de sentirse rechazado y de hecho lo rechazaron, entonces llegó con su actitud de cordero a UDC donde Lenin Pérez Rivera lo acogió desde la campaña de Sergio Garza Castillo por la diputación local, un Sergio que aunque no es perita en dulce, si lo sacrificaron electoralmente primero para impulsar a Esther Talamás a la presidencia municipal y luego para abrirle paso a Roberto de los Santos por la misma posición, sin embargo el trato había sido en el sentido de que Roberto gobernaría la administración de un año para dar paso a Sergio Garza a la administración de tres años; pero ya estando en el poder algo pasó y se auto impulsó para la reelección y sobrevino un distanciamiento con Lenin Pérez, mismo que hasta hoy se hace evidente al tener cada uno a su prospecto para la diputación local aunque el proceso esté suspendido por la emergencia sanitaria, Lenin apoya a Héctor Arocha Gómez y Roberto a Iván Moreno Carrera. Esto es solo parte del contexto, Roberto de los Santos se creyó que los más de 30 mil votos que recibió en la elección que lo llevó a ser alcalde, fueron porque la gente realmente lo quería en la presidencia y no; recibió votos de castigo del PRI por su conflicto interno en la designación de candidata; Roberto se fue encerrando en una burbuja y así lo mantienen quienes le rodean como colaboradores cercanos; son estos quienes forman un escudo, no para proteger al alcalde sino para hacer uso de un poder que no les corresponde y que no les confirieron los ciudadanos. De los Santos no estaba preparado para asumir una responsabilidad como la de manejar el destino de un municipio y sus ciudadanos y cuando sintió que no fue su carisma (porque no la tiene) lo que lo llevó a la alcaldía, empezó a rodearse de gente ignorante, chismosa, trepadora, pero que lo hacen sentir como el necesita sentirse, amo y señor, superior en algún sentido. El alcalde defiende a sus colaboradores y les permite que cometan actos indebidos porque si los abandona, él quedará totalmente expuesto y a la deriva, nadie más lo mantendrá en la burbuja; así que no esperen que reaccione de otra manera; Roberto de los Santos sintió el poder y las mieles que brinda éste; tuvo un golpe de suerte cuando Lenin Pérez cometió el error de apoyarlo; Roberto puso en la balanza ser honesto, hacer un excelente papel, rodearse de gente inteligente que lo hiciera crecer y dejar huella o aprovechar el poder para conseguir todo lo que pueda, sabiendo que aquí empezó y aquí acaba su carrera política, algo que el mismo me dijo en una entrevista “Después de esto me retiro” y para eso necesita llevarse las manos muy llenas porque ya nadie se traga el cuento del hombre que llegó a Acuña y formó una empresa con muchos sacrificios; si eso fue real, ese hombre ya no existe; no tengo que decirlo, eligió la segunda opción.
Hoy se mantiene de puntitas en una administración municipal que se cae a pedazos y con un alcalde que no supo rectificar a tiempo, le ganaron la ambición y la soberbia. Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para muchos, la politóloga del proletariado… To be continued.