POR: PEDRO BEMARES O.
Cuando una abeja visita un campo de flores, sus pelitos se cubren de polen, después de un largo día de trabajo regresa a la colmena.
Una abeja en la entrada le revisa el néctar de su vientre expuesto y le dice: necesitamos de esto, la tratan como una súper estrella y no sé si este trato la haga sentirse bien.
Y eso la hace volver a esforzarse y regresa al campo de flores por más polen, por más néctar, mientras tanto, hay otro tipo de abeja aventurera y parece ser no tener un propósito claro, da vueltas por allí y sin rumbo, explora el territorio.
Regresa a la colmena sin polen ni néctar, pero cuando el campo de flores se agota, la abeja trabajadora vuelve sin nada entonces y las otras abejas las ignoran, acostumbrada a la atención.
La abeja regresa al campo de flores hasta que acepta que ya no hay nada, entonces, deja de salir y no sé si se deprima. Han tomado fotografías térmicas y su comportamiento es extraño, su temperatura corporal disminuye, se quedan quietas durante días.
Al leer esto me que quedé sorprendido que igual que los humanos las abejas se deprimen, así es nuestra vida, cuantos de ustedes lo han rechazado ya sea en su trabajo o se quedan sin empleo, o cuando terminan una relación amorosa y se deprimen.
Tal vez las abejas después de días regrese al campo y encontré una flor con polen, entonces volverá a ser la de antes y regrese a la colmena feliz y dichosa.