POR: EDUARDO GRANADOS PALMA
Analista internacional en Seguridad Pública,
Inteligencia y Defensa.
www.grapesa.com
No es la primera vez que el mundo pasa por una pandemia, ni la que vivimos actualmente será la última. Catalogada a menudo como "la madre de todas las pandemias", la que pasaría a la historia como gripe española causó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas alrededor del mundo, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud. La pandemia de influenza de 1918 fue la pandemia más grave de la historia reciente. Fue causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar. Si bien no hay un consenso universal respecto de dónde se originó el virus, se propagó a nivel mundial durante 1918-1919. En Estados Unidos se detectó por primera vez durante la primavera de 1918, entre el personal militar. Se calcula que alrededor de 500 millones de personas o un tercio de la población mundial se infectó con este virus. La cantidad de muertes estimada fue de al menos 50 millones a nivel mundial y 675 000 en Estados Unidos. La tasa de mortalidad fue más alta entre personas menores de 5 años, entre 20 y 40 años y mayores de 65 años. La alta tasa de mortalidad en personas sanas, incluido el grupo de 20-40 años, fue una característica exclusiva de esta pandemia. Incluso causó más muertes que la Primera Guerra Mundial, que estaba terminando justo cuando se desató la pandemia. Ciertamente mucho ha cambiado en 100 años. La medicina y la ciencia eran campos mucho más limitados para tratar la enfermedad, si las comparamos con la actualidad. Los doctores de entonces sabían que un microorganismo era responsable de la epidemia de gripe y que la enfermedad se podía transmitir persona a persona, pero pensaban que la causa estaba en una bacteria, no un virus. Los tratamientos también eran limitados. El primer antibiótico solo fue descubierto hasta 1928 y la primera vacuna para la gripe solo estuvo disponible en los años 40. Pero ante todo, no había sistemas públicos de salud, e incluso en los países desarrollados la salud era un lujo. En las naciones industrializadas, la mayoría de los médicos trabajaba de manera independiente o era financiado por instituciones benéficas o religiosas. Y muchas personas no tenían acceso a ellos. Sin embargo, a pesar de sus lecciones, la gripe española fue en muchos sentidos una pandemia olvidada. Fue eclipsada en la esfera pública por la Primera Guerra Mundial, en parte debido a que algunos gobiernos censuraron a los medios de sus países para evitar que informaran sobre sus efectos mientras duraba la guerra. La crisis también está ausente en gran medida de los libros de historia y la cultura popular. Incluso en el año centenario de la pandemia (2018) no hay monumentos conmemorativos de la gripe española y pocos cementerios que destaquen el sacrificio de médicos y enfermeras. Mientras el mundo reacciona ante la covid-19, debemos mirar hacia el pasado hasta el tiempo de la última gran pandemia que puso en compás de espera al planeta. Como siempre lo he dicho, la historia es un perfecto círculo.