POR: FERNANDO RANGEL DE LEÓN
Como se recordará, Los Pinos fue la residencia presidencial desde 1934 en que el Presidente Lázaro Cárdenas, la cambió ahí del Castillo de Chapultepec, donde se encontraba desde el emperador Maximiliano de Habsburgo (y en el cual no vivió Benito Juárez; pues su residencia fue el Palacio Nacional); el que abrió como museo al pueblo; Los Pinos fue construido en el rancho “La Hormiga”, contiguo a Chapultepec; poniéndole así porque así se llamaba la Huerta en Tacámbaro, Michoacán, en donde el General conoció a su respetabilísima esposa Amalia Solórzano; hasta el 1° de diciembre de 2018, en que como primer acto de su gobierno el Presidente Andrés Manuel López Obrador, abrió Los Pinos al pueblo.
Los Pinos son actualmente un centro cultural y de sano esparcimiento para el pueblo; que después de ser prácticamente un “búnker” de los Presidentes, es visitado por cientos de miles de personas, sin distingo alguno; que ahora, con motivo del Coronavirus, sirve de alojamiento de los doctores y enfermeras de los hospitales del Centro Médico Nacional Siglo XXI, de los Hospitales “La Raza”, de Zona 27 en Tlatelolco, y otros de ciudad de México, que residían en ellos desde mediados de marzo en que empezó la pandemia, estando en la primera línea de fuego haciéndole frente al COVID-19, salvando muchas vidas.
Estos doctores y enfermeras iban en dos meses sin ver a sus familiares y a sus seres queridos, y sin salir a la calle, para evitar el contagio; por lo que el Presidente de la República, acaba de albergarlos en Los Pinos, en donde tampoco contagiarán a alguien; pues los confinarán en La Casa Alemán, La Cabaña número 2, mejor conocida como la mansión de la Gaviota; el antiguo helipuerto, canchas de futbol, para que hagan deporte y no se aburran; teniendo alimentación, lavandería, limpieza, abasto de insumos, espacios recreativos, wifi y otros bienes y servicios.
A esos doctores y enfermeras, a quienes se les considera héroes de la pandemia, se les dá ese buen trato porque bien se lo merecen.
Pero estos doctores no son los únicos doctores en vivir (aunque sea por muy poco tiempo) en Los Pinos; pues el Presidente se refirió a otros doctores que ya habían vivido ahí: Carlos Salinas de Gortari, doctor en economía por la Universidad de Harvard; Ernesto Zedillo Ponce de León, doctor en economía por la Universidad de Yale; y Vicente Fox Quezada, doctor honoris causa en la Universidad Emory de Atlanta, todas en Estados Unidos.
Pero esos doctores graduados en el extranjero ¿Qué hicieron por el bien del pueblo?