POR: GLORIA RUIZ G. /
Y ESO… ¿ES BUENO O ES MALO?
Este tiempo sin escribir columna ni lo sentí, se me hizo tan corto San Camilo; esta vorágine llamada COVID es de locos. Sin embargo aunque es estresante cambiar de la noche a la mañana nuestro mundo, trato de ser positiva y empiezo a hacer cosas que me distraen y me relajan un poco como escuchar música y sonidos de lluvia para dormir, vamos para tres semanas de quedarnos en casa y las primeras dos fueron horribles, tanto tiempo sentada trabajando en la computadora y hablando con fuentes por chat en el celular que primero me dio un dolor en la espalda baja que me semi-paralizó dos días, los dedos de mis manos me duelen de tanto usar el celular y claro mis manos me dolían de tanto lavármelas y usar cloro creo que exageradamente; al tener que estar en casa se van las horas y no establecemos un horario para el “Home office” la información cambiando a cada minuto y aunque mi trabajo es considerado como esencial, también sé que debo procurar salir solo cuando verdaderamente no pueda hacer el trabajo desde casa. Esta última semana ya me voy acostumbrando a este ritmo pero a partir de la segunda semana, al salir sentí como que andaba en Walking Dead y no por la gente aclaro, sino porque era muy extraño ver la ciudad con mucha menos gente de lo normal y en algunas tiendas solo permitían a dos o tres clientes entrar y con mascarilla, llegar a casa y desinfectar hasta la suela de los zapatos… esto apenas empieza, creo que el resguardo de la clínica 13 del IMSS y su personal, por parte de la Guardia Nacional a partir del jueves 16, habla de que empieza lo más complicado.
Me he preguntado por qué no nos dicen lo que en realidad pasa y es que cada vez me convenzo más de que hay una terrible verdad, el sistema de salud pública en Coahuila, está colapsado aún sin entrar a la etapa más crítica de esta pandemia; no necesitan llenarse los hospitales con pacientes contagiados de coronavirus para que doctores y enfermeras o enfermeros estén siendo contagiados y muriendo como en Monclova, con 10 decesos de 116 casos y le sigue Piedras Negras, con 16 casos, solo por mencionar dos de los municipios más cercanos; Acuña cuenta 3 casos al corte y eso porque a la Secretaría de Salud estatal no le quedó más remedio que anunciar el tercer caso que tenía oculto, luego de que destapamos la cloaca que hay en el sistema de salud también por la falta de insumos médicos. Primero el caso de Yoselín, la joven de 21 años que murió en el Hospital General de la SSA y cuyos padres quisieron denunciar irregularidades en la atención a su hija que padecía diabetes pero que nunca un resfriado o catarro la habían puesto tan mal al grado de requerir hospitalización; después de más de dos semanas en coma diabético, dicen ahora los doctores, le realizaron la prueba para COVID-19 y a las pocas horas murió, dos veces cambiaron el certificado médico, el tercero decía “sospechoso de Covid” porque contrajo neumonía, pero no siguieron el protocolo para cadáveres sospechosos o confirmados de COVID, seguí el caso por tres semanas y cuando lo di a conocer a petición de los padres estando el cuerpo de su hija velado; desató una serie de ataques del jefe de la jurisdicción sanitaria 02 Guillermo Herrera Téllez usando medios a modo para desmentirme, cosa que no pudo lograr y su enojo fue más allá; cuando llegó el resultado de la prueba como negativa, ni tardo ni perezoso lo dio a conocer en un medio local; como si el hecho de resultar negativa la prueba, fuera suficiente para no asumir la responsabilidad por no respetar el protocolo; sin embargo casi 48 horas después, la familia no ha sido notificada oficialmente. La segunda parte fue cuando di a conocer el caso del trabajador de la salud residente en Acuña pero que trabaja en la clínica 11 de Piedras Negras, donde fue contagiado por coronavirus siendo asintomático, le realizan la prueba junto con otros compañeros y el 9 de abril resulta positivo; desde el 6 de abril lo enviaron a aislamiento y regresó a Acuña, donde contagió a su mamá de 63 años y a su padre, asintomático también; la señora internada desde el 10 de abril en la clínica 13 del IMSS, con todos los síntomas, se encuentra grave; el resultado de su prueba llegó el miércoles 15 por la mañana como positiva a COVID, pero en el reporte del medio día del 15, la SSA informó que no había casos nuevos en la entidad; después de nuestro reportaje, la SSA informa el nuevo caso en Acuña en su reporte de las 7:00 pm y a las 8:30 pm deciden trasladarla al Hospital General de Piedras Negras, dónde se atiende a pacientes COVID de la región; lamentablemente murió esa misma noche o la madrugada del jueves. Pero eso no es todo; sabemos que el trabajador de la salud, no ha guardado aislamiento y entre el 10 y 11 de abril fue detenido por elementos de policía municipal sobre el libramiento sur poniente, tuvieron contacto directo con él al tener que llevarlo por la fuerza a pagar la multa a Seguridad Pública, sin contar con que fue visto en la clínica 13 del IMSS visitando a un familiar y en ningún momento llevaba cubrebocas; si a esto le aunamos que también trabaja en un hospital privado en Acuña, donde según sabemos el uno de abril aún estaba trabajando, aunque el administrador del hospital nos dijo el día 15, que hacía dos semanas que estaba incapacitado; sabemos que al menos 14 empleados del hospital privado se realizaron la prueba COVID-19 aunque los resultados dieron resultado negativo (información extraoficial) El jefe de la Jurisdicción Sanitaria 02, hizo énfasis en declarar sobre el tema de la joven Yoselín, pero de este último caso tan delicado por todos los contactos que hay en la cadena, de eso no habla…Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para mucho, la politóloga del proletariado…To be continued.