Dos niños, cada uno con un trompo, uno le dice a otro:
- Baila el trompo.
Y el otro le contesta:
- No sabo.
- No se dice ¡no sabo!, se dice ¡no sepo!
En ese momento una señora estaba escuchando la conversación de los niños y les dice:
- No se dice ni no sabo, ni no sepo.
Los niños le preguntan:
- Entonces, ¿cómo se dice?
La señora les contesta:
- No sé.
Y los niños le contestan:
- Entonces, ¿por qué se mete en una conversación ajena?