Torreon, Coah.
Edición:
29-Abr-2024
Año
21
Número:
902
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En 20 años no habrá agua en La Laguna / 734


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Por:
Sin Censura
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29-02-2020
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Edición:

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POR: REDACCIÓN

Torreón, Coahuila.-

El acuífero que abastece de agua a la región lagunera ya muestra señales de un agotamiento prematuro que nos llevará quedarnos sin agua en los próximos 20 años, de acuerdo con estimaciones hechas por ambientalistas que siguen en pie de lucha para conseguir detener la sobreexplotación del recurso hídrico que continúa sin que las autoridades hagan algo al respecto.

Para muestra un botón: durante la semana que recién concluye, vecinos de las colonias Lázaro Cárdenas y las Luisas bloquearon el bulevar Laguna Sur, en protesta por la perforación de un nuevo pozo que abastecerá a la colonia Torreón Jardín, debido a que dos de los cuatro pozos que abastecen a este sector habitacional se han agotado totalmente. Los manifestantes reclaman que la perforación de otro pozo afectará el suministro en sus hogares y tomaron medidas extremas para externar su inconformidad.

La batalla por el agua ya está aquí, y no hará más que agravarse, afirma el ingiero Juan Enrique Márquez Silva, especialista en uso y conservación del agua y quien se desempeñó como jefe de inspectores de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH). Desde su retiro como trabajador del gobierno federal, Márquez Silva se ha dedicado al activismo en favor del uso racional del agua.

Entrevistado por Sin Censura, el especialista recordó que a principios del siglo pasado el agua se encontraba a dos o tres metros de profundidad, “lo que se conoce como aguas someras, y cada quien tenía su noria para abastecerse de agua”. Con el paso del tiempo, el crecimiento de la población y, principalmente de la actividad agrícola, la profundidad a la que debía excavarse para encontrar el vital líquido creció de manera exponencial para llegar, en la década de los 80’s del siglo pasado, a los 150 metros (m) de profundidad.

Fue precisamente en esa época cuando el gobierno federal, a través de la SARH, supervisaba la extracción de agua en las comunidades y en los centros de producción agrícola. “En ese tiempo, los pozos llegaban a los 150m de profundidad, pero se acabaron, se agotaron esas reservas y tuvimos que ir todavía más abajo hasta llegar a los 300 m, que es el nivel en el que estamos ahorita”.

Sin embargo, debido a la sobreexplotación que continúa imparable, los pozos a esa profundidad ya muestras signos de agotamiento, y pronto estarán completamente secos, de acuerdo con las declaraciones de Márquez Silva, por lo que ya se está proyectando llegar a los 600m para extraer agua. “Lo que pasó en Torreón Jardín es que ya se agotaron dos de los pozos que están a 300m, y así va a estar sucediendo en toda la región, ya hay lugares en Gómez Palacio, en colonias como La Popular, donde también ya se agotó el agua, y la única solución que plantea la autoridad es ir todavía más abajo, con los problemas para la salud que esto representa”, añadió.

Y es que el ambientalista recordó que, a mayor profundidad mayor cantidad de metales pesados, pues a esas profundidades el agua no solo contiene grandes cantidades de arsénico, sino de otros metales como boro, plomo, litio, calcio, así como sulfatos y nitratos, entre otros, todos altamente perjudiciales para la salud si se consumen de manera habitual.

“Se está proyectando perforar hasta los 600m, pero lo que va a pasar es que nos vamos a topar con el verdadero acuífero, que a través de miles de millones de años se formó en la comarca lagunera, pero se trata de un acuífero en el que hay gran presencia de arsénico y de otros metales que se han ido acumulando a lo largo de los siglos”, afirmó Márquez Silva.

Ante tal situación, los ambientalistas están promoviendo que la única solución viable a largo plazo no pasa por excavar a mayor profundidad para encontrar agua, tampoco en potabilizar el agua de la presa, sino en usar de manera racional el recurso hídrico y acabar con la sobreexplotación, es decir, equilibrar la extracción con la capacidad natural de recarga que tiene la naturaleza, que se calcula en 500 millones de metros cúbicos anuales.

El problema principal, de acuerdo con el ambientalista, estriba en que durante décadas no se ha respetado la ley, por lo que los grandes productores agrícolas ligados a la industria lechera extraen grandes volúmenes de agua de manera ilegal y en total impunidad. De acuerdo con datos oficiales, el agua concesionada para uso agrícola, domestico, industrial y de servicios, es decir, la que se extrae manera “legal”, se calcula en 642 millones de metros cúbicos al año, “por lo que de respetarse ese volumen de extracción el déficit sería mucho menor, y no tendríamos ese problema de desabasto, pues estaríamos perforando a 180m para encontrar agua, es decir, al nivel que estábamos en la década de los 80’s”, explicó el entrevistado.

Lamentablemente, la ley en la materia es letra muerta, y con la extracción ilegal se calcula que salen del subsuelo más de mil millones de metros cúbicos de agua al año, es decir, más del doble de la capacidad de recarga que tiene la naturaleza, y así no hay acuífero que aguante. De seguir con el mismo ritmo de sobreexplotación, “la hora cero nos alcanzará en 20 años, y deberemos ir a más de 600m, pero con un costo altísimo para la salud de millones de personas”, concluyó Márquez Silva.

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