"SI QUIERO APA': MANOLO JIMÉNEZ”
El Alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez, no aguanto ni dos round y aventó la toalla. Y es que, dicen, que es muy popular y muy querido, pero solo en el Municipio que gobierna, Saltillo. Pero el traspié, la pifia o la decisión acelerada y equivocada que tomó con base a la recomendación de unos de sus subordinados, le costó a Manolo, el linchamiento mediático en la prensa la redes Sociales y en la comentocracia.
Y aquí es donde mostró la falta de tablas políticas el "Joven Maravilla" -así le dicen los lambiscones. Porque, una cosa es estar bonito y ser muy carismático y popular; otra, es tener capacidad y preparación política, para interpretar la coyuntura, saber cuáles son los temas más sensibles que afectan el humor de los ciudadanos, para no ir a contra corriente, y, eso no se aprende sólo recorriendo colonias y desparramando sonrisas y abrazos.
Además, con todo y tablas políticas, si el gobernante no se rodea de un equipo más inteligente que él, las cosas no van a pintar bien.
Manolo Jiménez, me recuerda mucho a mi sobrino político, Emilio Bichara Marcos (QEPD), que a sus 23 años, le ganó, como candidato del PRD, la presidencia municipal de San Pedro al PRI, en el año 2003 cuando Gobernaba Enrique Martínez y Martínez y tenía en su gabinete, a tres connotados priistas: Raúl Sifuentes, como Secretario de Gobierno; Javier Guerrero, como Secretario de Finanzas y José Luis -El Chapo Flores Méndez-, como presidente del PRI estatal.
Bichara Marcos, fue realmente un fenómeno, que aunque no era muy inteligente sí era demasiado listo y sabía conectar con la gente (hasta la fecha, en los tejidos de San Pedro, lo siguen venerado como un Santo). Pero por su falta de juicio, por su corta edad, Emilio cometió muchos errores, pero corrió con tanta suerte, que, aparte del apoyo de la población, logramos integrar un equipo de trabajo, con gente muy profesional, quienes, en última instancia, siempre lo sacaban del atolladero, Para sus suerte, también contaba con la simpatía del Gobernador, Enrique Martínez, que lo apoyó, como a ningún otro municipio de La Laguna.
Volviendo al caso de Manolo, en el plano nacional, un tema que ha estado en las primeras planas, que ha provocado reacciones de enojo de parte de grupos de activistas en defensa de las mujeres, es el FEMINICIDIO, al grado que en las mañaneras, el Presidente, cuando una activista, Frida Guerrera, lo cuestionó y no lo soltó, pues el Presidentes, como siempre, se quiso salir por la tangente, la activista no cayó en su juego y lo siguió fustigando, hasta que AMLO, explotó.
Con todos estos elementos, este activismo y enojo de una buena parte de la sociedad, al Alcalde, Manolo Jiménez, se le ocurrió sancionar a la dueña de un edificio y a una artista que pintó, con tonos morados -en pleno Centro Histórico-, un mural, precisamente, repudiando la violencia de género. Y sí, la respuesta de los medios, de las defensoras de los derechos de la mujer, y no se diga, la redes sociales, estallaron contra tan errónea medida, lo que obligó a que el Alcalde de Saltillo, tuviera violar su propio reglamento, y tuvo que darle para atrás a su decisión inicial, pues su imagen, se estaba afectando, y eso, para sus pretensiones políticas, es fatal.
Manolo proviene de una familia muy acaudalada, que bien pudiera costear, la campaña más cara, con tal de hacerlo Gobernador. Nieto del recién fallecido, Ingeniero, Luis Horacio Salinas Aguilera, un político-empresario, o, empresario-político, que a la sombra del poder, y su talento empresarial, llegó a amasar una gran fortuna, a través de sus medios de comunicación (una Estación de Radio y el Periódico, El diario de Saltillo), que utilizó como palancas, para sobresalir en la política (fue Presidente de Saltillo, diputado federal y presidente del PRI estatal), y con ello acrecentar sus bienes, pues entre otros, era dueño del Fraccionamiento Real del Bosque y Bosque de Monterreal, entre otros.
En esto si hay una gran diferencia entre manolo y Emilio Bichara. Emilio, si bien no era un pobretón (su padre, que aún vive), fue un Académico muy reconocido en la Universidad Autónoma de Coahuila, y aunque incursionó en los negocios, no prosperó, a diferencia de sus hermanos.
Lo cierto es que manolo, enseñó muy pronto su punto débil en su ambición por llegar a la gubernatura, lo que lo pone una situación vulnerable, pues sus enemigos y contrincantes, ya saben por dónde pegarle para que le duela.
Y es que el Gobernador Miguel Ángel Riquelme, ha dado muestras de que Manolo es un favorito. Por eso, lo placea por el Estado y lo apoya para realizar obras de relumbrón en Saltillo. Sin embargo, por un lado, falta mucho tiempo para el cambio; por otro lado, hay varios tiradores, con igual o más influencia y experiencia que la de Manolo, que suspiran y aspiran a suceder a Riquelme.
Anote usted a, Eduardo Olmos, Verónica Martínez, Jericó Abramo, Chema Fraustro más los que se acumulen en estos, más de 3 años que faltan, para la sucesión. Ah, con excepción de Verónica, todos los demás, tienen su guardadito.