EL DESCARRILAMIENTO DE MORENA
No cabe duda, de que AMLO, es un tipo pragmático en muchos o todos los sentidos.
Por ejemplo, cuando vislumbró que podía ganar la elección presidencial de 2018, supo que su candidatura por el PRD, estaba destinada al fracaso, por las cuestiones que muchos sabemos, por eso, pian, pianito, fue construyendo el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), arrastrando con él, a muchos perredistas, pero significativamente, a muchos ciudadanos que militaban en otros partidos y, los más, que sólo simpatizaban con él.
Una vez, hecho su deslinde con la mafia que controlaba al PRD, se dedicó a fortalecer al Movimiento, hasta, poco antes del proceso electoral y convertirlo en partido, sin ningún obstáculo. Durante sus giras por las regiones del país, ya con Morena convertido en partido, a través de asambleas públicas, con simpatizantes y todo aquel que se acercara; a mano alzada, designó a candidatos a todos los puestos de elección, sin tener conocimiento de la personalidad ni de la trayectoria de los elegidos en las asambleas (caciques, improvisados, empresarios, personajes ligados al narco y ex mandatarios municipales muy quemados, fueron el perfil), quienes, con la ola amlista, hoy, ocupan cargos en todos los niveles de gobierno, en los congresos locales, estatales y federales.
Pero eso, es lo que menos le importó a AMLO, quien vendió su alma al diablo, con tal de llegar a la Presidencia. De ahí, dos cosas:
1°.- El incumplimiento de casi todas sus promesas, como acabar con la mafia de la corrupción y metiendo al bote a ex presidentes y funcionarios corruptos; acabar con la espiral de violencia y con los capos de los cárteles; garantizar mejores niveles de bienestar a todos los mexicanos, con el simple ahorro de excesiva burocracia, con cortar los privilegios a la clase política, terminar con el saqueo de Pemex, CFE (mediante el combate al huachicol y, construyendo refinerías); recatar miles de millones, cancelando el avión presidencial, entre otras muchas promesas y ocurrencias.
2°.- El supuesto pacto entre los cárteles de la droga; con la mafia del poder y su alineamiento incondicional con el Presidente de EUA, Donal Trump.
Una vez conseguido el poder, a AMLO, lo que menos le importa es gobernar, y menos, cumplir con todas sus promesas.
En paralelo, el que se supone, es su partido, Morena, quien debiera de estar defendiendo y legitimando su actuación como Primer Mandatario, está sumergido en el caos, navegando a la deriva, con una fuerte tendencia a desaparecer. Eso a AMLO, no le importa, porque se cree infalible, omnipotente y amado por la gente.
Es más, ya declaró, que si Morena no se compone, crearía otro partido, utilizando su fuerza moral y política.
Mientras tanto, al interior de Morena, las corrientes se destrozan, como si la premonición de AMLO, hubiera sido pactada.
Y es que, en Morena, las cosas están muy complicadas. El nombramiento de Alfonso Ramírez Cuellar (ex esposo de Beatriz Gutiérrez Müller, hoy esposa de AMLO), como nuevo dirigente del CEN de Morena, solo vino a avivar las rencillas y pleitos al interior del partido.
Esto, porque, sea lo que sea y actúe como actúe, Yeidckol, es y seguirá siendo presidenta interina de Morena, pues el nombramiento de Ramírez Cuellar, carece de validez legal, ya que el CEN, es el único facultado para convocar a Congreso Nacional, encabezados por el mismo CEN.
De hecho, por actuar de la forma en que están actuando los seguidores de Ramírez Cuellar; el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, canceló, en Octubre de 2019 el proceso electoral, por lo tanto, por el momento, no se puede realizar ningún procedimiento y el CEN ordenó reponer todo el proceso en apego al estatuto y al mandato de la Sala Superior; además de que en el Estuto, no existe la figura del interino, ni provisional, solo que se reformara el Documento que rige a Morena.
Y como Yeidckol es Secretaria General, el Estatuto indica, que a falta del Presidente del Partido, ella asume esa función, aunque quisiera convocar a una reunión, ésta tendría que tener validez y el INE, ratificarla.
Si le hubieran solicitado un Congreso, no lo hubiera podido hacer, “…porque teníamos el mandato de la Sala Superior y estuviéramos incurriendo en ilegalidades mayores”, dijo Yeidckol Polevnsky.
O sea, Morena está como aquel que tiene una hormiga en “aquellito”, si lo aprieta, le pica; y si lo afloja, se le mete.
Y así la cosa en la Transformación de 4ª.
¿Y AMLO?, vendiendo boletos para la rifa del avión. ¡Qué cosas!