Una mujer está friendo unos huevos para el desayuno de su marido, cuando de pronto, éste entra en la cocina y le dice:
- ¡Cuidado, cuidadooo!!
- ¡Ponle un poco mas de aceite, por Diosss!!
- ¡¡¡Estás cocinando demasiados al mismo tiempo!!!
- ¡Demasiados!
- ¡Dales la vuelta!!
- ¡Dales la vuelta ahora!!!
- ¡Necesitamos más aceite, por Dios!!
- ¿Dónde vamos a conseguir más aceite?!
- ¡Se van a pegaarr!!!!!
- ¡Cuidadooo, cuidadooo, dije cuidadoooooo!!!!
- ¡Nunca me haces caso cuando cocinas, nunca!!!
- ¡Cuidado, dales la vuelta!!!
- ¡Rápido!!!
- ¡Estás loca!!! ¿Perdiste la cabeza?
- ¡No te olvides de echarles saaalll!!!!
- ¡Sabes que siempre te olvidas de la sal, usa la sal, usa la maldita saalll!
La mujer lo mira con asombro, como si estuviera loco y le dice:
- ¿Qué te pasa? ¿Crees que no puedo freír un par de huevos?
El marido sonríe y le contesta calmadamente:
- Solo quería mostrarte lo que se siente cuando voy conduciendo contigo en el auto.