POR: EL TRINO
EN LA CAPITAL DE LA REPUBLICA, hasta el cierre de esta edición seguían estancadas las negociaciones por el presupuesto federal. La causa: Los desacuerdos con los recortes al campo y a los programas sociales. En el asunto del campo el problema es lo que en este espacio comentamos muchas veces. El recorte y cancelación de los programas asistenciales que subsidiaban la producción agropecuaria están causando gran malestar y afectando grandes intereses políticos, de eso no cabe duda. Estas protestas que tienen paralizada la aprobación del presupuesto ya se veían venir. La terca actitud del presidente de la república desató el descontento de miles de mexicanos que se dedican a las actividades agropecuarias, y ahí están las consecuencias: La cámara de diputados sitiada y un conflicto político social en puerta.
En el caso de San Pedro de las colonias, lo hemos dicho muchas veces. La cancelación de los programas que medio apoyaban a los productores agrícolas está causando mucha molestia y traerán perjuicios en la economía de un sector importante de nuestra población. Con la graciosa terquedad que le caracteriza, el presidente de la república ha dicho que los programas que había se cancelaron porque esos programas eran usados para beneficiar a los líderes de las organizaciones campesinas y todo era pura corrupción. Y en parte si tiene razón el terco presidente. Nadie puede negar que hubiera grandes desvíos de recursos, pero tampoco nadie puede negar que muchos de los programas que se cancelaron sirvieron para apoyar a verdaderos productores del sector rural.
En estos días, cientos y quizás hasta miles de campesinos, herederos de las tierras ejidales, están dando la batalla para seguir produciendo y en el caso de la comarca Lagunera y todo el estado de Coahuila no hay un solo apoyo. El hoy terco presidente, cuando andaba en campaña, vino y dijo en la plaza de armas que en su gobierno habría crédito a la palabra, que se apoyaría a los productores de algodón y otros cultivos con dos apoyos al año, que se iba a hacer justicia al campo y a casi un año de su gobierno la realidad tercamente nos está refiriendo que todo aquello hasta el momento fue pura demagogia. No hubo tal apoyo al campo, inclusive, en el tan cacaraqueado programa de los centros de acopio lechero los más de 500 chiveros de San Pedro de las colonias quedaron fuera porque al final el secretario de agricultura, un tipejo de apellido Villalobos, vino decir que la leche de cabra no iba a entrar al mentado programa de la canasta básica, y que en La Laguna como no sembramos maíz de grano ni frijol ni trigo ni mucho menos arroz, pues simplemente no habría nada porque según la visión del terco Andrés Manuel los campesinos de la laguna son productores Fifís, porque siembran en una área con agricultura altamente tecnificada. Por esto, en La Laguna comprendemos lo que está pasando en la Ciudad de México. Allá, se está peleando por lo que acá hemos comentado muchas veces: El campo necesita de apoyos.
Que hay que limpiar la corrupción y que hay que hacer llegar los apoyos de forma más directa, pues que se haga, pero que no se abandone a la gente de los ejidos, que se cumplan las promesas del terco presidente, porque aguas, en México cuando se despierta a la raza del campo las cosas no se ponen muy bonitas que digamos, y la popularidad del terco señor de las canas se podría ir para abajo.
El presidente, tercamente, se aferra a sus ideas porque sabe que todavía tiene el apoyo de millones de mexicanos, pero con tanta terca metida de pata la confianza se acaba y los mexicanos tenemos un límite. Y si él sabe ser terco, armado y aferrado, también los campesinos saben mucho de eso…