POR: GUILLERMO OROZCO R.
El PAN es un partido político que nació el 15 de septiembre de 1939 como respuesta a las políticas nacionalistas y populares del Presidente de la República General Lázaro Cárdenas del Río. El Partido Acción Nacional fue instituido mediante una asamblea constituyente efectuada entre el 14 y el 17 de septiembre de 1939 en el salón del Frontón México; al ex-rector de la UNAM, Lic. Manuel Gómez Morín se le puede considerar su fundador.
Siempre pregonó ser un partido que giraba en torno a la honestidad y así se creía hasta antes de que lograran la presidencia de la República en el año 2000, el ganador fue Vicente Fox, un controvertido personaje que generó muchas expectativas entre la población con una campaña política en donde la palabra principal era “cambio”. Pero su forma de gobernar dejó muy atrás el slogan “de una patria ordenada y generosa”.
Aunque ya el PAN había quedado evidenciado en el cuestionado proceso electoral en 1988, cuando el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas contendió contra el priista Carlos Salinas de Gortari y se afirma que este último perdió las elecciones. Ahí aparece en escena un tenebroso y corrupto personaje que hizo alianza con el sistema priista al desaparecer toda evidencia del fraude electoral, nos referimos a Diego Fernández de Ceballos, conocido desde entonces como el “jefe Diego”. Por sus actuaciones después de llegar a la presidencia de la república durante dos periodos consecutivos, el segundo de ellos mediante una elección que dejo una fuerte sospecha de fraude electoral, es casi seguro que el ganador fue Andrés Manuel López Obrador, tan es así que su abanderado Felipe Calderón Hinojosa siempre fue etiquetado como un presidente usurpador, el PAN fue perdiendo la confianza de los electores.
El pan es el mejor ejemplo de un partido que practica lo que se conoce como doble moral, por su doble discurso y su doble actuación. La realidad panista es totalmente contraria a la ideología de democracia, humanismo y conservadurismo que pregonan en sus discursos de dientes para afuera.
Sólo se han quedado en palabras los ideales que repitieron como cantaleta, pues en los hechos se han dado a conocer más por los “moches”, “los charolazos” y la “corrupción”, para convertirse en el mejor ejemplo de la incongruencia: decir una cosa y hacer otra. Así ha sido su actuación, doble cara y doble moral. Los panistas se han dado a conocer como son realmente: represores, corruptos, inmorales, en algunos casos pederastas y hasta vinculados con el narco. Y ahora ante el nuevo régimen su actuación es la de una derecha enferma y perversa que carece de patria e identidad.
Salvo excepciones que confirman la regla, los panistas suelen presentarse como personajes íntegros, celosos de la ley, pero al mismo tiempo cometen atropellos e ilegalidades, aunque les queda el recurso de la purificación, pues al siguiente domingo de cometer sus fechorías, muy temprano, lavan sus culpas con la bendición de los curas y de ahí arrancar desde cero para volver a empezar. En asuntos de política y de religión es una constante el tratar de usar a Dios como alcahuete de sus incongruencias.
Vicente Fox se comprometió, como candidato, a cambiar el modelo económico pero ya en el ejercicio de la Presidencia de la República, se reveló como un fanático de las instrucciones de los organismos financieros internacionales, “cachorro del imperio” le llamaba el venezolano Hugo Chávez.
Ahora en una más de sus incongruencias han escenificado un show mediático en el que tratan de impugnar la elección de la maestra Rosario Piedra Ibarra como responsable de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, alegan fraude en su elección y finalmente quedan evidenciados como mentirosos. Los gobernadores del Partido Acción Nacional (PAN) anunciaron que dejaran de atender las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mientras Rosario Piedra Ibarra lo presida, argumentan su forma ilegal de elección.
Al PAN ya se le olvidó su negro pasado, son unos inmorales, simuladores, cínicos y sinvergüenzas, lo mejor de todos es que sus desplantes fortalecen la postura del gobierno de la cuarta transformación. Deben entender que están en proceso de extinción. YA NADIE LES CREE.
Guillermo Orozco Rodríguez.- Noviembre 25 de 2019