En Matamoros, no pasa un día sin que nos sorprendan con una pifia de la presidencia, que encabeza Horacio (ra)Piña.
Resulta, que mientras que en ninguno municipio se permitió la venta de bebidas embriagantes, en Matamoros, este año, Horacio (ra)Piña, dio permisos para que se instalaran carpas con venta de cerveza, en diferentes puntos del panteón. Sí, el mismo cínico que multa los ciudadanos que transportan cervezas en sus vehículos. Obviamente, que el negocio le ha de haber redituado pingües ganancias, pues, si en algo se caracterizan los matamorenses, y en general los laguneros, es por nuestro gusto por la Mexicana Alegría.
Por eso, esta administración de (ra)Piña, va a pasar a la historia, como las administración del cartón.
Porque no sólo la familia del Presidente (ra)Piña son vinateros, sino que, todos los que se relacionan con este negocio, tienen un trato especial.
Es el caso, que denunciaron ciudadanos, sobre un antro, llamada “Bar Innova”, que se encuentra en el boulevard José Santos Valdés. Y es que los vecinos, ya se cansaron de denunciar el ruido y los desmanes que se producen en ese antro -y fuera de él-, y nadie los ha atendido, ni les han hecho caso. Es más, los vecinos comentan, que han visto unidades de Seguridad Pública, desde las cuales, bajan cartones de cerveza, que se expenden en el lugar.
(ra)Piña no se conforma con que su familia tenga antros, sino que a su amigotes, como a Juan Facusse, dueño del antro en cuestión, le permita hacer y deshacer a su antojo, a pesar de las múltiples quejas de los vecinos, y no hace nada.
Por otro lado, la fundación “Horacio el Ejote Piña”, ha servido de fachada, para que regidores -en horas de oficina-, afines al presidente de marras, repartan apoyos a nombre de esta fundación. No sabemos si con recursos de ésta, o de la misma Presidencia.
Por su parte, el payasito, Horacio (ra)Piña, saca un escritorio de su oficina para entregar dulces a los niños y personas que acuden a la presidencia. Creyendo que con eso puede limpiar su nombre.
Por eso decimos que (ra)Piña, de un plumazo, está acabando con el prestigio y el reconocimiento de su padre en Matamoros. ¿Habrá valido la pena?