POR: REDACCIÓN
Luego de la suspensión de los juegos mecánicos instalados en el Parque la Esperanza, debido a que encontraron irregularidades en su funcionamiento que ponían en riesgo la integridad física de quienes los utilizan, se ventiló en medios y redes sociales un supuesto caso de soborno en la firma de un contrato; por lo que se inició una investigación para deslindar responsabilidades.
Ante el señalamiento de la señora Berenice González, de que entregó dinero a cambio de un supuesto contrato al jefe de Plazas y Mercados, Julio César de la Cruz, para permitirle la operación en esas instalaciones, dinero que presuntamente le fue devuelto en forma posterior, la presidenta giró instrucciones a la Contraloría Municipal a fin de que se abra un proceso administrativo para deslindar responsabilidades.
Reiteró que una vez que la dependencia emita el dictamen correspondiente, así como su caso las medidas que habrán de aplicarse se harán del conocimiento público, por lo que ya el contralor municipal, Carlos Rosales Arcaute, inició el procedimiento correspondiente.
El jefe de Plazas y Mercados, incluso se puso a disposición de la dependencia, pues asegura que aunque sí hubo un ofrecimiento el dinero no se aceptó y que no existe ni existió compromiso alguno con la representante de los juegos mecánicos, por lo que el pasado viernes se procedió a la clausura definitiva.
En cuanto a la solicitud de amparo presentada por la quejosa, en los plazos establecidos será la Dirección Jurídica la que proceda a dar atención a la diligencia en atención a las autoridades que le están requiriendo información.
Los mencionados juegos mecánicos, propiedad de la razón social Atracciones Castellanos Vázquez, fueron inicialmente clausurados en los primeros días de septiembre al detectarse irregularidades en su operación respecto al consumo de energía eléctrica, ya que indebidamente y precariamente estaban utilizando la energía del paseo.
El viernes pasado se procedió a la clausura definitiva de 9 de los 22 juegos que se ubican ahí, mientras el resto fueron retirados por los propietarios que optaron por atender a las disposiciones de la actual administración para que el Parque La Esperanza sea utilizado con fines culturales, educativos y deportivos.
Omar Castañeda González, síndico municipal y vigilante del actuar del Gobierno Municipal, enfatizó que el Parque La Esperanza está destinando a ser un espacio de convivencia familiar, que constituye uno de los principales propósitos del trabajo de esta Administración.