Torreon, Coah.
Edición:
18-Nov-2024
Año
21
Número:
927
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LAS VIUDAS / 721


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Por:
Sin Censura
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02-11-2019
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POR: MIGUEL ÁNGEL SAUCEDO L.

De acuerdo con el INEGI más de 1.7 millones de personas de 60 años o más viven solas por condiciones de viudez, de las cuáles más del 60 por ciento son mujeres. Esta situación, en lo general, está asociada a la circunstancia de que la esperanza de vida es mayor para las mujeres (77 años) que para los hombres (72 años).

Sin embargo, la posibilidad de que una mujer casada se convierta en viuda aumenta a medida que el narcotráfico extiende la superficie nacional bajo su dominio. El mismo INEGI documenta que desde que Calderón declaró la guerra contra el tráfico de drogas, la violencia alcanzó niveles sin precedentes. De las múltiples consecuencias sociales destaca el asesinato de jefes de familia que dejaron en la viudez a miles de mujeres, aunque, por supuesto, también son miles de hombres los que perdieron a su pareja por causa de la violencia ligada al narcotráfico.

Así, a partir de 2007 los asesinatos derivados de la guerra contra traficantes ocasionaron que más de 53 mil personas enviudaran, de las cuáles el 91 por ciento son mujeres, es decir, más de 48 mil que ahora tienen que sobrellevar la vida propia y la de sus hijos sin el marido qué, en la mayoría de los casos, era el principal o el único sostén económico de la familia.

El año que más viudas generó es el 2018, seguido de 2011 que es cuando se alcanzaron los picos más altos en las curvas de las gráficas con las que se documenta este fenómeno. Sin seguridad social y sin apoyos gubernamentales, miles de mujeres buscan sobrevivir y conservar la familia sin siquiera recurrir a la ayuda que podría proveer la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, dependencia creada precisamente para tratar de cubrir con dinero la incapacidad de las autoridades para detener el creciente número de víctimas. Así lo atestigua la movilización que el pasado mes de junio hicieran las viudas y sobrevivientes de la masacre de Aguas Blancas, ocurrida hace ya 24 años cuando 17 campesinos murieron al ser baleados por policías estatales del estado de Guerrero. A la fecha no han recibido justicia ni el apoyo ofrecido.

Y para cómo van las cosas, todo indica que 2019 será un año aún peor que el anterior. Es casi seguro que también en ese rubro se romperá el record alcanzado el año pasado porque no se vislumbra ningún cambio en la estrategia de combate al crimen. De hecho, según cada vez más analistas, ni siquiera se observa algo parecido a una estrategia.

A diferencia de otras víctimas de la fallida guerra contra el narcotráfico, las viudas están tan dispersas geográfica y socialmente que son muy escasas las posibilidades de que pudiesen constituir una organización que les permita luchar por sus derechos. Tampoco parece haber interés de parte de los partidos políticos, más comprometidos con intereses que no son los de la ciudadanía. Otras instituciones, cómo las iglesias, tampoco parecen interesadas en la suerte de las viudas, que, por cierto, deben tal situación sobre todo a Calderón y a Peña Nieto, pero también, las más recientes a las torpezas de López Obrador.

La sociedad, hasta ahora, no ha sabido articular la rabia e impotencia de mujeres que han perdido a sus maridos por la ineptitud de sus gobernantes. Los estudiosos, los intelectuales o académicos tampoco han vuelto su mirada hacia ellas. Parece que no representan un buen botín en términos electorales como para que los partidos les pongan atención. Los intelectuales, al parecer, tampoco las ven como alguien digno de su atención.

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