POR: ABEL ALCALÁ H.
Usar la expresión “Trato hecho” en los compromisos o acuerdos, se da sólo entre hombre de honor, hombres de palabra, que prefieren la muerte a la deshonra pública; por lo tanto: “Trato hecho, jamás deshecho”.
Comento la expresión de “trato hecho” por ser la manera que López Obrador selló un acuerdo con los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial que preside Carlos Salazar Lomelín y la cual consiste en tres acuerdos, a saber: Acabar con la pobreza extrema en seis años; Que el crecimiento promedio anual del PIB sea de 4 por ciento al final del sexenio y el combate a la corrupción.
En su discurso de toma de protesta Carlos Salazar manifestó: "Señor presidente, le queremos proponer dos cosas de arranque: la primera es que, convocando al país en su conjunto, eliminemos la pobreza extrema en un plazo de 6 años. Hagamos historia, nosotros le ayudamos; y segundo, señor presidente, hagamos de la inversión una obsesión para que el país pueda crecer al 4 por ciento".
En contestación a planteado por Salazar Lomelín, López Obrador dijo: “le hago una propuesta, una sola propuesta, para Carlos y para todos: que hagamos el compromiso de acabar con la corrupción", lo anterior en el marco de la XXXVI Asamblea Anual Ordinaria del CCE.
Estimado lector por la importancia que representa para los mexicanos el tema de la pobreza extrema, el crecimiento de la economía y que cienos de miles de corruptos sigan gozando de impunidad, haré algunas propuestas para que esos tres objetivos se conviertan en realidad.
Aclarando que las propuestas están inspiradas o basadas en los principios que respaldan a la Doctrina Social Cristiana y que su finalidad es la vigencia del Bien Común en las comunidades de personas humanas.
Tomando como principalísimo el derecho a la vida de cada persona humana se propone que los seres humanos nacidos y hasta los diez años, el Estado por medio del gobierno, el sistema de salud y los hospitales privados se hagan cargo de la salud integral de los infantes todos con cargo al erario (dinero del pueblo), el fundamento es obvio: esos infantes son el futuro de la patria y su integral desarrollo les ayuda a tener una vida sana física y mental. Una juventud sana augura un país próspero y sin miseria.
Las familias y personas que están en empobrecimiento extremo, por respeto a sus dignidad humana y ejerciendo la solidaridad del resto de los mexicanos se les dotará de inmediato de los alimentos, vestido, vivienda, educación y trabajo para ayudarlos a salir de ese estado de miseria. Ninguna persona humana puede estar viviendo en condiciones tales que se vea comprometida su dignidad humana.
En el punto de la corrupción, la experiencia recogida y documentada en la historia de los pueblos nos dice que ese vicio de la voluntad es antiquísimo y aunque se explica no se justifica jamás. La diferencia entre los países, pueblos y comunidades en el tema de la corrupción se da en cuanto algunos de ellos la toleran, protegen, auspician en tanto que otros la desalientan, la denuncian y la castigan: Los pueblos o las personas humanas se vuelven más corruptos cuando hay mayor o total impunidad para ellos. El combate a la corrupción empieza en la educación integral y termina con el castigo al delincuente.
Toda la actividad económica privada y pública de la empresa, industria, comercio y de servicio debe tener como máxima prioridad a la persona humana. Nunca atentar contra su dignidad humana, preferir maximizar las ganancias a costa del abuso y empobrecimiento de las personas ya trabajadores o consumidores es acto criminal imperdonable. La riqueza se debe crear y distribuir entre todos los mexicanos de conformidad a su capacidad, talento y aportación. En caso de incapacidad de la persona, la solidaridad de los mexicanos le ayudará a que tenga buena vida. Todos debemos comprometernos a crear riqueza, pues es preferible un país de ricos que un país de miserables.