LA VERDADERA HISTORIA DEL INGRESO DEL CLAN MEDINA A LA FCA (2)
Dedicado a las nuevas generaciones,
que no conocieron esta época violenta
y triste de nuestra Alma Mater.
Y AQUÍ, COMENZÓ LA HISTORIA QUE DA TÍTULO A ESTA COLUMNA.
Cabe hacer mención, que el maestro Remigio, cuando asumió la rectoría, contaba con 73 años de edad, eso, más el desconocimiento de la Universidad y su apego a la ciudad de México, hicieron que dejara en mis manos el control absoluto de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Con tal poder, lo primero que hice, fue formar un “Cuerpo de Vigilancia”, integrado por ex militares en retiro, para acabar con las reminiscencias del porrismo, que se negaba a desaparecer, teniendo como base a la Facultad de Comercio y Administración. Este grupo de porros, sembró el terror, desmanteló todo el edificio y, los estudiantes y maestros, eran objeto, frecuentemente, de vejaciones y asaltos, por lo que las clases, por la llamarle de alguna manera, eran muy irregulares.
La primera instrucción que le di al capitán Vidal, que era el jefe del “Cuerpo de Vigilancia”, fue, ir con todo, en contra de los porros, que tenían su guarida, abajo del tablado del auditorio de la FCA.
Cuando llegó el día “D”, sólo le pedí al capitán que fuera muy cuidadoso y que evitar a toda costa un enfrentamiento violento. Sin embargo, cuando los porros se dieron cuenta que se acercaba el grupo, sacaron las armas y empezaron a dispararles (cabe hacer mención que la orden del Rector, fue que el “Cuerpo de Vigilancia”, no debía portar armas, como así fue), pero, el Capi Vidal, con la experiencia acumulada, decidió llevar su arma reglamentaria, y en los primeros balazos de los porros, él les respondió de la misma manera, haciendo que corrieron despavoridos para todos lados. En ese tiempo, la FCA, en vez de barda, como la tiene hoy en la parte de atrás, tenía malla ciclónica, así que algunos de los porros quisieron salir por ese lado, y el Capi Vidal, apuntó a la nalga de uno de ellos, acertando el tiro, y con eso, ese preciso día, se acabó el porrismo en la UAdeC.
La segunda medida que tomé, fue, quitar a todos los “coordinadores” de las escuelas y facultades, que había sido nombrados por los jefes de los porros. Entraron profesores de reconocida solvencia moral como interinos y se convocó, casi inmediatamente, a elecciones.
Como anécdota, para entrar de lleno al tema que nos ocupa, principalmente, en la Facultad de Comercio y Administración, se hicieron algunas auscultaciones, para poder decidir a quién apoyar como Director. La mayoría de las opiniones se inclinaban, hacia el maestro, Juan Luis Contreras, una persona seria y respetada y además, excelente maestro. Con esta información, me di a la tarea de localizarlo y plantearle la posibilidad de que se postulará para la dirección de la Facultad, cosa que no aceptó de inmediato, por el temor que todavía prevalecía por la presencia de algunos porros, que obedecían órdenes de Luis Domingo Hoyos, alias “El bola”.
Fue mucha la insistencia para que el maestro aceptara, incluso, poniendo algunas condiciones, que acepté de inmediato.
Una de ellas, fue, que reintegrara a la Facultad, a los hermanos Manuel y Eliseo Medina, este último, con fama de ser entrón y bueno para los golpes. Y así fue, como, Manuel y Eliseo Medina Elizondo, regresaron a la universidad, después de casi cinco años de haber sido echados por el famoso “Bola”.
Y AHÍ, COMENZÓ LA HISTORIA DE SUS FECHORÍAS.
Los Medina, prácticamente, coparon y casi anularon al Director, quien, débil de carácter, actuaba a tono con lo que los Medina le dictaban.
A los pocos meses, se convocó a elecciones de Coordinador, pues seguía de interino Joaquín del Valle.
Yo impulsé a Salvador Hernández Vélez, quien fuera parte del grupo de Hugo Andrés Araujo, de quién se deslindó, cuando, a todo el grupo maoísta, lo expulsamos de Economía, porque usaban a la escuela como el centro de operaciones y de ahí, sacaban a los alumnos para las invasiones de tierras urbanas y rurales, así como la creación de las colonias populares, como Tierra y Libertad y varias otras, en Torreón y San Pedro. Hernández Vélez se quedó y se sumó a nuestro grupo, por eso, yo lo propuse con Don Remigio, para que fuera el candidato a la Coordinación.
UNA ANOTACIÓN
A pesar de que ya habíamos desterrado a los porros, “El Bola” seguía moviendo algunas piezas donde tenía a Coordinadores que él había impuesto. Así que, envalentonado, me retó, al lanzar a su propio candidato a la Coordinación, cuando ya le había advertido, que de seguir causando problemas, lo denunciaría por fraude, pues, como encargado de deportes en la Coordinación, antes del cambio de Rector, había dispuesto de millonarias cantidades de dinero para sostener a los equipos de béisbol y de basket bol semi profesionales.
Aún así, siguió con su empeño y registró a su candidato a la Coordinación, en la persona de Gerardo Zapata, un hombre bien intencionado, pero muy amigo de “El Bola”. Obviamente, ganó Hernández Vélez, y si no ha sido porque “El Bola”, me pidió llorando que no lo denunciara penalmente, si lo eché, junto con toda la perentela que tenía en la Coordinación.
Por un año y medio, las cosas fueron caminando muy bien, se respiraba otro ambiente en la Universidad y el proceso de institucionalización, avanzaba a paso firme. Se acabaron las luchas por el poder en las escuelas y facultades, dando paso a otra era. Continuará...