POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.-
Ambientalistas y campesinos adheridos al Frente Campesino en Defensa del Agua y de la Tierra, afirmaron que el proyecto de la planta potabilizadora que se pretende llevar a cabo para utilizar el agua de las presas es inviable debido al alto costo que representa en lo económico, además de que para poder utilizar el recurso hídrico se debe contar con los derechos de agua que están en manos de campesinos y pequeños propietarios.
Félix Ramírez, usuario del módulo 13 en el ejido Lequeitio en Gómez Palacio, afirmó: “nosotros como sector social y campesino, estamos totalmente en desacuerdo con esa medida, porque en ningún momento se nos ha consultado ni se han puesto a pensar cuál sería el problema para nosotros si se potabiliza el agua, pues no habiendo las capturas anuales necesarias para un ciclo agrícola normal, la presa no tiene la capacidad suficiente para potabilizar agua para consumo humano y para llevar a cabo la siembra”.
Añadió que, además, “la potabilizadora es una puerta falsa, porque no se resolvería de fondo el problema del arsénico en La Laguna, que tiene como origen la sobreexplotación. Los grandes empresarios lecheros, acaparan el agua superficial y subterránea, y al gobierno le ha faltado mucha voluntad o, simplemente, no se quiere tocar a estos grupos porque representan intereses económicos muy grandes. Entonces, el problema no se va a resolver con la potabilizadora sino parando la sobreexplotación”.
Ramírez señaló que a los empresarios “las 24 horas de los 365 días del año nadie les regula la extracción del agua, ellos extraen agua todo el año todo el día. Entonces, la solución real, de fondo, sería parar la sobreexplotación y verificar que los pozos y las concesiones que ellos tienen tengan permisos, porque hay muchos pozos que están clonados o funcionan sin vigencia, son ilegales”.
El entrevistado añadió que en el abatimiento del manto freático se puede hablar de una responsabilidad compartida entre empresarios voraces y autoridades que han sido no solo omisas, sino cómplices: “en esta situación de escasez de agua en La Laguna, están coludidos funcionarios de la CONAGUA, porque ellos son quienes han permitido y no han puesto regulaciones en la extracción, junto con los empresarios”.
Por ello, la postura de campesinos y ambientalistas agrupados en el Frente Campesino en Defensa del Agua y de la Tierra, es de total desacuerdo: “nadie, ni del gobierno estatal ni del gobierno federal, nos han preguntado a nosotros como sector campesino ejidal, cuál es nuestra postura. Sabemos que los gobernadores de Coahuila y Durango se han reunido con el presidente de la República, pero a nosotros nos están dejando fuera de ese tema de discusión, porque se requiere discutirlo y llegar a algún acuerdo”.
El productor agrícola dijo que esperan que las autoridades se sienten a negociar con ellos o de lo contrario tomarán las medidas que sean necesarias, pues antes de iniciar el proyecto el gobierno debe pensar en qué los derechos de agua están en manos de campesinos y pequeños propietarios: “con los derechos de quién van a tomar el agua de la presa, porque no se puede tomar el agua así como así, toda esa agua está concesionada a los usuarios”.
Pero no solo eso, pues de acuerdo con testimonios recabados por Sin Censura el agua que se acumula en la presa Francisco Zarco y que se utiliza para el riego de miles de hectáreas cada año contiene una gran cantidad de residuos biológicos, entre ellos, heces humanas y animales, por lo que tratarla para que pueda ser utilizada conllevaría un enorme costo económico que torna inviable el proyecto, pues no se justifica la inversión que representaría cientos de millones de pesos de los impuestos que aportan los contribuyentes. Y todo, para que los más poderosos económicamente puedan seguir gozando del privilegio de sobreexplotar impunemente el acuífero que abastece a La Laguna, pues en lugar de cerrarles la llave se les ofrece una opción con cargo a los ciudadanos para que puedan seguir enriqueciéndose con un recurso que, de acuerdo a la ley, nos pertenece a todos y es un derecho humano. Así las cosas.