POR: PEDRO BELMARES O.
Cada mañana siempre agradezco la oportunidad que Dios me dio, y al pensar en otras personas que no tuvieron la dicha de despertar esta mañana y tener otro día más de vida.
Era su momento de dejar este mundo y en ese momento; yo dejo de renegar de mis dolencias físicas, porque me doy cuenta que la vida puede ser tan pequeña para no disfrutar de ella.
Quizás, he aprendido a valorar la vida y a disfrutarla como mis amigos; ellos ya son personas mayores.
Ellos saben que su fin está cerca porque siempre lo dicen, he aprovechado de su infinita sabiduría y he escuchado sus palabras, el ver cómo le sonríen a la vida aunque tal vez nunca reciban lo mismo de los demás.
Tengo miedo a que su tiempo se acabe y que dejen de existir, es por eso que yo disfruto de su compañía pero más de su amistad.
Es por eso que siempre me inspiran a escribirles y es mi forma de agradecerles su tiempo y su sabiduría, y que me quedo con los momentos de risa y de alegrías. Gracias vida, gracias tiempo…