POR: PEDRO BELMARES O.
Si un día fuiste un hombre o mujer de bien, hayas cumplido con todos lo que te propusiste lograr de joven; formar una familia con buenos cimientos, con valores, tener tus hijos y darles una educación, es que quizás pensaste en un futuro promisorio.
Hay personas que lograron tener un buen status social y económico, y que solo trabajando pudieron lograrlo, aunque descuidaste a tus hijos para trabajar más, así darle a tu propia familia todo aquello que tus padres no te pudieron dar.
Por el contrario, hay quienes encontraron en sus vidas el camino fácil de los vicios y los excesos, los que escogieron la pereza y no hicieron nada con sus vidas, quizás tuvieron hijos y los olvidaron, más no pensaron en su futuro.
Quizás hubo personas que no se equivocaron al momento de elegir el rumbo de sus vidas, fueron buenos padres y madres quienes pensaron en el futuro de sus hijos y en el de ellos mismos.
Hoy, tus hijos son hombres y mujeres si pudieron tener la educación que les pudiste dar, si no harán lo que ellos puedan hacer con las herramientas que tengan, tendrán deseos de triunfar o quizás optarán por el mal camino y sean delincuentes, tal vez, eso tú ya no lo puedes remediar porque es imposible.
Hoy que ya eres una persona mayor, sentirás como han pasado los años, observarás todas las buenas cosas que lograste tener en tu vida, quizá, ahora verás a tus hijos de un modo diferente al ver como se esfuerzan cada día para mantener a sus familias.
Hoy, vivirás con más calma y disfrutarás de todo lo bello de la vida, te reconfortarás en las alegrías de tus nietos y sentirás esa gran necesidad de demostrarles ese amor que quizás no les pudiste dar a tus hijos, pensarás en el ayer más que nunca y te preguntarás como fuiste como padre.
Lo que fuiste ayer, ahora se refleja en tu vejez, es posible que todo lo que hayamos hecho en el pasado, bueno y malo, se nos regrese en el futuro, y puede ser que nos toque pagar por los errores que cometimos, sin embargo, podríamos enmendar hoy nuestras faltas y pedirles perdón a nuestros hijos.