POR: EL TRINO
EL TEMA del desabasto del agua, en el caso del municipio de San Pedro, Coahuila, es un tema muy sensible, al grado que, definitivamente, fue decisivo en el resultado de las pasadas elecciones y, sin lugar a dudas, lo será en las próximas. Hace un año, ese tema fue muy bien usado como argumento de los actuales gobernantes en el municipio, y hoy la doctora Patricia Grado Falcón, está recibiendo las mismas críticas que hace un año recibió Ana Isabel Durán Piña, y hoy la doctora enfrenta el mismo reto que tuvo la doctora: dar de beber a los sedientos sampetrinos.
La problemática no es sencilla. Es un asunto que tiene varias cuestiones muy difíciles de resolver. Para empezar, debido a la sobreexplotación de los mantos acuíferos hace que exista un volumen limitado de agua que puede ser extraído. Luego, está el asunto de la infraestructura de la red de agua potable. Como sabemos, los pozos que abastecen al sistema San Pedro están en el municipio de Francisco I. Madero, son más de 25 kilómetros los que se tiene que rebombear el agua para que llegue a la ciudad de San Pedro y los ejidos de la parte baja. Esa red de distribución está en muy mal estado, aparte que en el trayecto de Chávez a San Pedro, existen un gran número de tomas clandestinas que merman el volumen que llega a nuestra ciudad. Y una vez en la ciudad, la red está para llorar. Tan solo en el asunto de la reparación de la red hidráulica se requiere una millonaria inversión, y ese recurso no se tiene a la mano. Vista la cosa, está difícil y las críticas y señalamientos a la presidenta municipal estarán de a peso en los próximos días, ya que con el aumento del calor aumenta la demanda y, por consiguiente, el malestar de la población.
En lo que se refiere a las fuentes de abastecimiento, definitivamente pensar en solo tener como fuente de abasto los mantos del subsuelo es ya una pérdida de tiempo. Hace unos años, cuando el gerente del SIMAS era el Ingeniero Humberto Núñez, se hicieron unos estudios y se llegó a la conclusión de que a más tardar para el año 2020, los mantos acuíferos se estarían agotando, y que la red de agua y drenaje del área urbana de San Pedro de las colonias estarían a punto del colapso. Se hizo entonces un llamado a las autoridades estatales y federales para que buscaran alternativas para abastecer no solo a San Pedro, si no a toda la región, porque en este barco del desabasto de agua potable vamos todos los laguneros, y bueno, en este año 2019 parece que el destino ya casi nos alcanzó, y por fin las autoridades federales y de los estados de Durango y Coahuila están proyectando lo que en su tiempo recomendó Beto Núñez; purificar el agua de las presas. En esos años, Beto Núñez dijo; brother, no nos va a quedar otra, y al parecer eso está sucediendo y más vale que sea la medida que va a tomar porque, de lo contrario, la mentada sustentabilidad de la región lagunera estará en grave y real riesgo. Según ese estudio, con 100 millones de metros cúbicos alcanzaría para abastecer de agua potable a toda la comarca lagunera durante un año.
Por cierto, los primeros alcaldes de La Laguna que plantearon este asunto en esta ocasión, porque a los dos les están lloviendo críticas, fueron la presidenta de San Pedro, Patricia Grado, y el de Torreón, Jorge Zermeño. Está claro que ambos ya vieron que sobre todas las cosas, la solución al problema del agua depende su proyecto político. En este asunto, ojalá que ahora si los gobiernos federales y estatales le den para adelante al proyecto de la potabilización del agua de las presas. Una solución que hace ya como 15 años planteó Beto Núñez, y en su momento lo juzgaron loco y el tiempo le dio la razón al señor Núñez, a quien lo pueden acusar de muchas cosas, menos de ser tonto ni de estar loco…