POR: ABEL ALCALÁ HERNÁNDEZ
El próximo pasado mes de noviembre el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, presentó la convocatoria para la creación de la constitución moral, documento que funcionará como “una guía de valores” que impulse a adoptar nuevas prácticas y estimular mejores patrones de conducta en la población mexicana.
La mencionada constitución moral tiene el objetivo de fomentar la solidaridad y el respeto a las individualidades e intimidad; inhibir la corrupción, violencia e impunidad; promover la honestidad, la paz y la justicia social, y fomentar el respeto a los derechos humanos y destierre el abuso de autoridad.
Como antecedente guía de la constitución moral se toma a la Cartilla Moral de Alfonso Reyes Ochoa, que tiene su antecedente con la llegada a Secretario de Educación del poeta, dramaturgo y ensayista Jaime Torres Bodet, del grupo de la revista Contemporáneos en diciembre de 1943.
Poco antes se habían dado a conocer estadísticas que mostraban que la mitad de la población mexicana no sabía leer ni escribir, y el 21 de agosto de 1944 el presidente Manuel Ávila Camacho promulgó la Ley de Emergencia por medio de la cual se estableció la Campaña Nacional contra el Analfabetismo. Al enfrentar este reto, Torres Bodet mostró su alta capacidad ejecutiva al servicio de una “visión social del servicio público”. Cada mexicano que hubiese ido a la escuela tenía la obligación de enseñar a leer y escribir a cuando menos un mexicano de entre seis y sesenta años. Torres Bodet mandó elaborar una Cartilla Nacional de Alfabetización.
Alfonso Reyes el 14 de septiembre de 1944 propuso que la Cartilla incluyera “un mínimo de principios morales”: “Sin embargo, mi inquietud espiritual, mis ideales de progreso nacional, me llevan a proponer a usted que en las cartillas de instrucciones que se han de entregar a quienes nos toque enseñar, se incluya la enseñanza, el consejo de un mínimo de principios morales que ayuden a cambiar la forma primaria de vida de nuestras clases bajas, construyendo, así, los cimientos de una nación moderna, espiritual, moral y materialmente rica”.
La cartilla Moral de Alfonso Reyes no fue editada por la SEP debido a presiones ideológicas y prejuicios partidistas.
La Cartilla fue revisada en el año de 1992 por José Luis Martínez con la intención de salvar las palabras y párrafos que incomodaban a los sectarios del gobierno y del sindicato y así pudo publicarse siendo secretario de Educación Ernesto Zedillo, con un tiraje modesto de 700 mil ejemplares, los cuales fueron escondidos o destruidos por los que se dicen “liberales y respetuosos de la ideas” del sindicato y funcionarios de la propia Secretaria de Educación.
En plena etapa de consulta sobre la llamada constitución moral, es importante dejar claro que la participación sobre el tema es deseable y que todos los mexicanos de manera individual o asociada debemos participar y presentar nuestras propuestas sobre la cartilla moral ya en los Foros de Análisis y Propuestas que se organizan en diferentes ciudades del país como en el correo electrónico constitucionmoral2018@gmail.com y en www.constitucionmoral.mx.
La certidumbre de que las propuestas sean tomadas en cuenta depende de la honestidad del Comité Organizador de la constitución moral que está integrado por: Verónica Velasco, Enrique Galván Ochoa, Jesús Ramírez Cuevas y José A. Ortiz Pinchetti.
Entendemos que la cartilla moral debe estar exente de posturas ideológica, utopías, sofismas, posturas contranatura, irracionales y mesiánicas, de las presiones de la ONU y los lobbies que arrastran perversidades y posturas personales y presionan con dinero para imponer sus consignas.
“La moral humana es el código del bien, si los hombres, mujer y varón, no fuéramos capaces del bien, no habría persona humana, ni familia, ni patria, no sociedad”. Fuente: Cartilla Moral.