POR: PEDRO BELMARES O.
En la vida tenemos que aceptar ciertas situaciones que muchos no logran comprender como la muerte.
Pareciera que son difíciles los designios de Dios, pero debemos tomarlo como una recompensa y no tanto como un castigo.
La muerte es tan solo una esperanza de una mejor vida, he comprendido que la muerte, más allá de la fe que cada uno tenga, debe verla como un proceso natural.
Morir, nos hace ser recompensados y eso para todos puede ser complicado entenderlo así tal cual es, llegar a una cierta edad y morir con toda dignidad de haber llegado al final de mi recorrido.
La muerte no debería verse como un acontecimiento triste, sino todo lo contrario, estar felices porque llegó al final de su camino, y ser recompensados por Dios.
Deberíamos de agradecer al Señor por la fortuna de haber vivido, que nos dio esa oportunidad ya que no todos los que pudieron nacer lo hicieron y a nosotros sí se nos brindó esa oportunidad.