POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.-
Jaime Hernán Sirgo Ortiz, quien fuera tesorero municipal, presentó su renuncia aduciendo motivos “personales y de salud”, aunque su separación del cargo se dio exactamente una semana después de que reventara el escándalo de los contratos otorgados por el ayuntamiento a la empresa Supervisión Técnica del Norte S.A. de C.V.
Como se recordará, la fracción priista del cabildo dio a conocer que la administración que encabeza Jorge Zermeño Infante, otorgó contratos por más de 180 millones de pesos a una sola empresa cuyo registro ante el SAT señala que se dedica a la “renta de vehículos”, pero que habría facturado conceptos que “van desde la adquisición del sistema de radiocomunicación para seguridad pública hasta la adquisición e instalación de bienes complementarios para el centro de inteligencia” (Sin Censura No. 700).
Por tanto, los regidores priistas hicieron pública su intención de presentar las denuncias ante las autoridades correspondientes, pues se trata, presuntamente, de una empresa fantasma a la que se ha beneficiado con la clara intención de obtener beneficios ingentes. La presión mediática y pública fue tal, que el hilo ha reventado por lo más delgado, y hoy Sirgo Ortiz no es más el tesorero municipal.
ADMINISTRACIÓN QUE SE CAE A PEDAZOS
La de Jorge Zermeño Infante es una administración que se cae a pedazos. Primero, fue la renuncia de Andrea Salmón, ex secretaria particular del alcalde y posteriormente titular de Desarrollo Económico, quien apenas ostentó el cargo durante un mes y un día. La ex funcionaria municipal, afirmó en su momento que su salida obedeció a que no quiso ser cómplice de la corrupción que impera al interior del ayuntamiento, en la que incluso le permitieron tolerar la presencia de “aviadores”.
Ahora, fue el extitular de la tesorería quien presentó su renuncia, pues su posición era insostenible después de haberse publicado los beneficios obtenidos por una empresa dedicada a la renta de vehículos, y que efectivamente le arrenda unidades al municipio, entre ellas la camioneta del alcalde, pero que ha facturado decenas de millones de pesos en rubros que nada tienen que ver con su giro comercial.
El golpe fue de tal magnitud, que Sirgo Ortiz apenas aguantó una semana más en el cargo, aún y cuando se trataba de uno de los hombres de mayor confianza dentro de la administración de Jorge Zermeño, otrora senador de la república y embajador de México en España, y ahora convertido en la sombra de lo que fue hace 20 años gracias a su falta de liderazgo y tolerancia infinita para las pifias cometidas por sus colaboradores más cercanos.
Durante la conferencia de prensa ofrecida de manera conjunta entre el ex funcionario y el alcalde, este último señaló que su ex colaborador y amigo es una persona honesta y profesional, y afirmó que a pesar de no estar de acuerdo con la decisión, entendía las razones de su renuncia para atender su salud y a su familia.
Pero como bien dicen, en política la forma es fondo, y es claro que el alcalde prefirió sacrificar a uno de sus hombres de mayor confianza para acallar las voces en su contra. Y aunque Zermeño Infante piense que se ha quitado un gran peso de encima, es el extesorero quien ahora puede respirar tranquilo, al desprenderse de la responsabilidad de ser cómplice de los presuntos actos de corrupción que se están llevando a cabo al interior del ayuntamiento por parte de gente muy cercana al alcalde.
