POR: ABEL ALCALÁ H.
La extinción es un fenómeno al que todos los seres, condiciones, leyes y normas existentes están expuestos y ésta llega más tarde o más temprano según las condiciones en que se desenvuelvan cada una de ellas.
Veamos que la extinción en general: “Terminación o fin de una cosa, especialmente después de haber ido disminuyendo o desapareciendo poco a poco”; “Hecho de extinguir o extinguirse un fuego o una luz”, vgr: muchos civiles colaboraron con los bomberos en las tareas de extinción"; "la extinción de un mandato; la extinción de las tradiciones, vgr: hay quien sostiene que la figura del ama de casa está en vías de extinción"; “ Prescripción de un plazo, un derecho, una obligación”, vgr: está penado por la ley retener a una persona en prisión después de tener noticia oficial de su indulto o de la extinción de su condena"; “Desaparición de una especie animal o vegetal, vgr: el tigre de Bengala está en peligro de extinción”
En el caso que nos ocupa es la extinción de las universidades públicas y privadas que existen en el país.
La cuestión se plantea así: qué condiciones, externas e internas, adversas reales o inventadas deben prevalecer o circundar a las universidades en general que ponga en riesgo su existencia y las encamina a su extinción.
Para responder con argumentos objetivos primero veamos cuál es la finalidad de la universidad, para el Dr. Agustín Basave Fernández del Valle la finalidad es: “La universidad es la corporación de estudiantes y profesores (académicos) que por la investigación y la docencia se ordenan a la contemplación de la verdad, a la unidad orgánica del conocimiento, al cumplimiento de las vocaciones personales y a la preparación de profesionales necesarios para la realización del bien común”.
De lo anterior ser infiere que el hombre es educable; que la educación se inhiere en el ser substancial del hombre; que el hombre deviene de no educado en educado; que la educación modifica la realidad humana; que la educación se da en las facultades educables de la naturaleza humana; que el fin de la educación es perfeccionar al hombre, es decir, formar personas humanas virtuosas.
Una educación puramente tecnológica puede proveernos de buenos materiales, pero nunca nos podrá decir cuál es el sentido de la tecnología y quiénes y cuántos debe poseer los bienes materiales; la tecnología tiene como finalidad instrumentalizar al hombre, deshumanizarlos y someterlos a la tiranía de los cambios e innovaciones tecnológicas volviendo al hombre un ser alienado.
Al servicio de quién están las universidades de México; Qué tipo de persona humana se forma en la universidad; Son sustituibles la universidades?
Los enemigos internos de las universidades se presentan cuando éstas se separan o reniegan de su finalidad; cuando repudian la verdad, la bondad y la belleza en su actividad educadora, cuando ven a los estudiantes como meros números y cantidad de dinero y cuando los profesores desconocen o no tienen compromiso con la verdadera educación y sustituyen la verdad por ideologías, el conocimiento científico por gustos del placer y el libertinaje y la inmoralidad.
Los enemigos externos de las universidades son los gobiernos que les condicionan los medios financieros, que imponen autoridades sin vocación universitaria y además mediocres en su vida profesional, que dirigen basados en la demagogia y en la corrupción, que ven el puesto como un trampolín o escalón para seguir subiendo la pirámide de la corrupción y la impunidad, que someten el quehacer de las universidades a los interés de grupo, mafia o partido político.
Las universidades del México están cavando su propia tumba y en sus últimos suspiros hacen doble daño; a cada universitario que confía en ellas que lo educan con ideologías y falsedades, y a la comunidad al entregarle personas deshumanizadas y alienadas y al país al formar supuestos profesionales mediocres. Así las cosas solo sobrevivirán las Universidades que se mantengan fieles a la verdad, a la bondad y a la belleza y eduquen en base a ellas.