LA COLUMNA DE FIDENCIO TREVIÑO /
POR: FIDENCIO TREVIÑO MALDONADO
Los CERESOS, las cárceles y las llamadas penitenciarias, entre otros Centros de Readaptación, al menos en este país, han servido de nada y de todo. De nada porque el 70 % de los que cumplen condena y sale, es el cuento sin fin; volver a lo mismo, robar, secuestrar, matar, vender droga y otros quehaceres propios de la delincuencia. El título lo adquieren dentro de los penales, la verdadera universidad del crimen, y de todo porque quien o quienes se encargan de llevar a cabo la vigilancia de los castigados, al final son cómplices de los convictos. Ser director de un Centro penitenciario es el gran negocio, los directores de algunas penitenciarias ganan más que cualquier rector de una universidad del país. Tal vez, el purgatorio o el mismo infierno al que Dante visitó y bajo guiado por Virgilio, se queda corto o es un recreo en cualquier jardín de niños, comparado con la vida de una cárcel en México, prisiones estas que están hechas para las personas de bajos recursos y, sin embargo, sus parientes sacan dinero debajo de las piedras para liberar o mantener en la prisión a sus parientes –Mira, pa´ que nos hacemos pendejos, sino fuera abogado hubiera estudiado para pediatra-- ¿Por qué? Le pregunté al gordo Carbajal, abogado litigante y defensor en Puebla-- Pues sencillo, porque cuando cae un pariente, hijo, esposo, hermano, la familia vende hasta la jaula del cotorro para tener plata y sacar a su pariente; no falla, y lo mismo pasa cuando un niño en alguna familia cae enfermo, se pide prestado o a ver de dónde pero la lana sale... Tampoco falla.
Nuestra clase gobernante sigue construyendo cárceles, con seguridad de alta tecnología, construcciones costosas y una vez los sentenciados dentro es otros tremendo gasto el que se tiene que hacer para su manutención y pago de muchos servicios. Existen centros penitenciarios que rebasan en mucho la ocupación para la que fueron construidas; Tijuana (BC) con cuatro centros, tres para hombres y uno para mujeres, están los cuatro al más de 100 % de su capacidad. Hace meses declara un secretario del Estado de Sinaloa que su Estado puede exportar presos; Durango está igual y Guanajuato se une a Veracruz ¿Cuál es el plan o recurso del gobierno ante esta problemática? La respuesta es infantil --Trasladar presos de una cárcel a otra o construir más cárceles. Mientras para desgracia del pueblo vemos, escuchamos y leemos como nuestro modelo educativo, con sus reformas, sus cambios, sus programas, concursos, etc. Y, al igual que las miles de escuelas en todos los niveles, desde universidades hasta el preescolar están en ruinas.
Sin menoscabar el nivel que tenemos los mexicanos de educación y su medición, tal vez sea el nivel de preescolar (niños y profesoras) los que tienen mejor preparación, preparación esta que los escolapios pierden en los 10 o 15 años siguientes de sus estudios en primaria, secundaria y preparatoria. Inclusive, llegando hasta algunas universidades, el desnivel de formación que tienen los estudiantes, en gran medida, cuenta el estado que guardan miles de escuelas en todos los niveles: falta de aulas, mal ubicadas, carencias en sus servicios, desde agua potable hasta la incomodidad en los diferentes climas de muchas regiones. Los niños, llamados "El Futuro del País", así como adolescentes y la juventud universitaria requieren una educación que llegue para hacer al estudiante un hombre de trabajo, que la escuela le de las herramientas necesarias con la enseñanza/aprendizaje y que sea no sólo formativa, sino también informativa y garante para su supervivencia, es decir, que lo que aprenda lo pueda aplicar en su vida y de quien lo rodea, de otra manera, se está educando jóvenes para las maquilas, para ser explotados e inclusive para caer en bandas criminales, como hasta la fecha con miles y miles de muertos y desparecidos en una país que no está en guerra y que, sin embargo, nuestra educación es baja, mala y, lo peor, parece que a nadie le importa, la clase Política con sus pleitos de cuentachiles, el SNTE asegurando sus cuotas, los de la SEP obedeciendo a los jefes del Sindicato, los profesores en su mayoría haciendo lo que pueden. En resumen, la agenda educativa está agotada, cansada y ni con la modernidad o tecnología copiada, comprada o rentada parece que podemos remontar en corto tiempo, el crimen nos rebasa, la corrupción le ayuda y las cárceles son testigos ante este panorama tangible y desolador.
Comentarios y Sugerencias:
kinotre@hotmail.com