Torreon, Coah.
Edición:
18-Nov-2024
Año
21
Número:
927
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Tlahualilo; pueblo chico pero infierno grande / 695


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Por:
Sin Censura
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16-03-2019
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POR: REDACCIÓN

Tlahualilo, Durango.-

Algo muy extraño está sucediendo en este pequeño municipio perteneciente a la Comarca Lagunera de Durango, famoso por ser uno de los principales productores de sandía en el país. Con poco más de 22 mil habitantes, Tlahualilo atraviesa por una severa crisis política y económica, que amenaza la estabilidad de esta pequeña ciudad duranguense.

Dos son los principales problemáticas que enfrenta el municipio: la primera, es el de las observaciones hechas a la cuenta pública del municipio, señaladas por el órgano auditor duranguense, que dio a conocer que, nada más del 2017, la administración que encabeza Sergio Nevárez Nava presenta inconsistencias por casi 54 millones de pesos.

La segunda tiene que ver con el proceso electoral a celebrarse en junio del presente año, en el que se elegirán alcaldes, y en el que el partido gobernante, el PAN, enfrenta graves problemas para designar a su candidato entre el actual alcalde y el empresario Manuel Soto.  El primero, busca reelegirse, mientras que el segundo afirma que cuenta con el apoyo de las bases panistas a consecuencia del mal trabajo realizado por el edil en estos tres años de gobierno.

FINANZAS BAJO LA LUPA

Como ya se mencionó, las finanzas de Tlahualilo son uno de los focos rojos de la actual administración que, de acuerdo con información recabada por este semanario, han sido manejadas con poca transparencia, por decir lo menos, por parte del actual gobierno de extracción panista. El aumento en el monto erogado por concepto de nómina es considerable, pero no se tiene mayor información al respecto pues las autoridades municipales se han negado en repetidas ocasiones a entregar la información, lo que incluso ya les ha acarreado algunas penalizaciones.

Pero además, gastos injustificados que fueron presentados como gastos del municipio han evidenciado una falta de conocimiento por parte de los funcionarios municipales en lo que se refiere al uso del erario, cuyos conceptos están claramente establecidos por la ley y no pueden utilizarse para otros fines que no sean el beneficio público.

En su momento, el edil Nevárez Nava señaló que las inconsistencias observadas por el órgano auditor se debían a la renuncia de dos directores de área, Desarrollo Social y Obras Públicas, quienes habrían sustraído la papelería correspondiente, en lo que claramente constituye un delito que representa responsabilidades penales para los funcionarios en mención.

Debido a lo anterior, la auditoría duranguense hizo observaciones a las cuentas pública de Tlahualilo por 53 millones 947 mil 463 pesos, mismas que aún no han sido solventadas por la actual administración. De acuerdo con la Entidad Superior de Auditoría duranguense: “No se presentaron los informes preliminares, ni la cuenta pública respectiva, los registros contables y presupuestarios; pólizas de cheque, de egresos, ingresos, diario y presupuestales; documentación comprobatoria y justificativa de las operaciones realizadas; conciliaciones y estados de cuenta bancarios; bitácoras, y demás información necesaria para la revisión y fiscalización de la Cuenta Pública Municipal…”. Nada más.

Hasta el momento, las observaciones no han sido solventadas, y no parece que eso vaya a suceder en el corto plazo, pues el proceso electoral está absorbiendo toda la atención de las autoridades municipales, que están más enfocadas en su continuidad que en el trabajo gubernamental.

Como ya se dijo, al interior del PAN, partido en el gobierno, existen dos aspirantes; el primero es el propio Nevárez Nava, alcalde en funciones; el segundo Manuel Soto, empresario oriundo de Tlahualilo pero avecindado desde hace varios años en Gómez Palacio. La designación ha sido tan tortuosa que tiene tintes de la más surrealista de las novelas políticas, pero que realmente está sucediendo en este pequeño municipio al que le queda a la perfección aquello de pueblo chico, infierno grande.

Para empezar, se habla que el padrón de militantes del PAN fue, literalmente, “rasurado” y de poco más de 170 miembros quedó en apenas 65, a los cuales Nevárez Nava, de acuerdo con información obtenida por este semanario, habría citado en una comida y habría presuntamente tratado de comprar el voto para asegurarse la candidatura, que sería designada por voto libre y secreto de la militancia.

Como la estrategia falló, al filtrarse la información, militantes en activo que fueron sacados del padrón se manifestaron en el lugar donde fueron citados sus compañeros y exigieron ser tomados en cuenta. Unas horas después, el sábado por la tarde y horas antes de llevarse a cabo la elección de candidato, la persona que trasladaba las boletas en un vehículo fue interceptada y golpeada por un par de sujetos que se robaron el paquete electoral. De ese tamaño.

Por supuesto, ambos candidatos se acusan mutuamente de ser los autores intelectuales del atraco, y afirman contar con el apoyo de la militancia. Sin embargo, el proceso se suspendió y será ahora una designación directa de las altas cúpulas panistas, donde se habla del distanciamiento entre Nevárez Nava y el gobernador José Rosas Aispuro Torres.  El alcalde en funciones ha exigido que el proceso sea repuesto, y adelantó que no reconocerá ningún resultado que no le favorezca. Todo un demócrata. Lo dicho, algo muy extraño está sucediendo en Tlahualilo.

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