POR: PEDRO BELMARES O.
Ellos son un matrimonio que se amaron tanto, que ahora no sienten el amor igual que antes.
A pesar de eso, siguen juntos, algunos dicen que ya no hay amor entre ellos, que con su unión quieren tapar lo que en verdad siente el uno por el otro.
Será que aún se aman en las noches frías del duro invierno, de jóvenes radiaban de felicidad y se reunían con sus amigos y se divertían en los salones de baile, pero cuando los años pasan, la oscuridad de la rutina fue cayendo y con ella las ganas de salir, mientras el reloj marca el tiempo y la piel envejece, así como también se enferman, como todas las personas de la tercera edad.
Ella siempre espera de su amado con un beso y una caricia, mientras él no espera nada de ella, solamente que lo aguante hasta que la muerte venga y los separe. Aunque él desee la muerte, quizás eso no pasará, pues solo Dios sabrá el momento.
En su casa dos gatos y macetas de cactus y nopales, son para ellos su única distracción.
La noche es precisa para un encuentro casual, él la ve a ella y la besa con un inmenso deseo y como si no hubieran pasado los años, el amor nunca se ha ido, se siguen amando hasta el último suspiro.