¡AMLO, BASTA DE DENUNCIAS, QUEREMOS JUSTICIA!
Durante la campaña y después del triunfo, hasta la toma de posesión, Andrés Manuel López Obrador, cometió varios errores que empiezan a cobrar facturas.
Si bien es cierto que, el fin justifica los medios, MORENA o AMLO, como quieran llamarle, llevaron hasta los extremos la famosa frase de Nicolás Maquiavelo.
Para empezar, abrieron las puertas de par en par, para que personajes de la peor ralea -incluso, acérrimos enemigos de López Obrador-, entrarán como héroes.
Ahí está la familia Gordillo - tan repudiada por AMLO-, que con el dinero del magisterio, lograron formar sus redes clientelares para ponerlas a disposición del Peje.
El yerno de la Gordillo, junto con el nieto de ésta, vistieron muchos eventos, cubrieron casillas donde las huestes de Obrador no tenían con qué; acarrearon gente y ahora están en la cúspide de la pirámide de lopezobradorismo, al grado, que ya recibieron la bendición del Mesías, para que formen otro partido, incluso, utilizando su imagen y su lema.
Cómo se ve que AMLO no conoce ni conoció a estos pillos. Ya no se acuerda cuando la maestra, estuvo en la cúspide del priismo y que por venganza, cuando Madrazo se deshizo de ella, formó su propio partido y lo puso al Servicio del PAN, donde, en recompensa, recibió miles de millones de pesos, puestos en la administración pública, poder y más poder, proveniente de los presidentes Vicente Fox Y Felipe Calderón. Los sexenios dorados para la Gordillo.
Y la historia se volvió a repetir, cuando, siendo producto del dedazo, en la época de Carlos Salinas, no supo, por su soberbia, leer la coyuntura al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto. Y así le fue.
Algunos operadores de Felipe Calderón, como Germán Martínez, que fue presidente del CEN del PAN, también fue de los bautizados y convertidos y ahora, es un flamante funcionario de primer nivel de la administración de Andrés Manuel.
MORENA no ha cuajado como partido, cometió muchos errores a la hora de la selección de los candidatos a todos los cargos de elección. Ahora, algunos de ellos han resultado verdaderas sorpresas, por sus vínculos con el narco; por acumular riquezas mal habidas, por su trayectoria como activistas violentos y por haber ocupado gubernaturas, cargos de elección o cargos administrativos por el prian y que dejaron una estela de corrupción a su paso.
Como ejemplo, Durango, donde los mismos morenistas, denunciaron que, quien en realidad maneja a MORENA, es el ex Gobernador Jorge Herrera Caldera. O, como el presidente municipal de Juárez, Nuevo León, que resultó un prominente líder del grupo delincuencial de Los Zetas.
Y así por el estilo, uno va viendo a cada espécimen que van sumando y otorgando cargos públicos y no dejo de sorprenderme.
Otro error garrafal de AMLO, fue dar a conocer su gabinete antes de la elección, lo que lo ha obligado a mantenerlos, sin antes haberlos probado en el campo de batalla. Y es que varios de ellos, el director de Pemex, por ejemplo, un ingeniero agrónomo, muy amigo de López Obrador, no ha estado a la altura de las circunstancias, dado que el Presidente, como en su momento Calderón, le dio unos golpes al avispero huachicolero, sin que el secretario, estuviera preparado para enfrentar las consecuencias, primero, del desabasto de combustible y, después, para dar una respuesta más ágil para remediar los destrozos creados por los huachicoleros en la red de ductos de Pemex. De hecho, quién ha tomado la estafeta sobre el tema, es la secretaría de energía, Rocío Nahle, por lo que, medio se ha podido remediar la situación.
Pero como si no tuviera tantos fierros en la lumbre, Andrés Manuel ha abierto y sigue abriendo varios frentes; se ha retractado también en temas que había Jurado se sostendría.
El primero es la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que no se sabe, bien a bien, cómo terminará y cuánto será el costo real; como tampoco se sabe a ciencia cierta, cuánto costarán las obras en el Aeropuerto de la Ciudad de México; de Santa Lucía y de Toluca. Y es fecha que no se presentan los proyectos.
Por otro lado, su proyecto insignia, el Tren Maya, se está arrancando muy a la ligera, pues tampoco, se cuenta con el proyecto general, estudios de impacto ambiental y costo real de la obra. Pero como nadie de su gabinete se atreve a cuestionarlo, a asesorarlo como se debe, el Presidente sigue pensando que está bendito y, que por ello, no puede equivocarse.
Pero quizá, el error más grande del presidente, es insistir en que no va a castigar a nadie que haya cometido delitos en el pasado.
En el mismo tenor, AMLO se sigue equivocando, pues, en sus conferencias mañaneras, hace señalamientos e incluso acusaciones, para más tarde desdecirse o disculparse.
Pero una cosa que sí cala, es que destape cloacas, haga denuncias y señalamientos contra personajes o funcionarios de pasadas administraciones, pero que no existan denuncias, pues sigue montado en su macho, del borrón y cuenta nueva.
Sin embargo cada día se destapan más fraudes y abusos -que son dados a conocer por los medios de comunicación u organismos civiles y de indagatorias por los órganos del gobierno-, repito, sin que se mueva la balanza de la justicia contra los pillos.