POR: ABEL ALCALÁ H.
En muy diversas ocasiones y circunstancias dentro de su campaña López Obrador utilizó una frase para ejemplificar cuál serían sus acciones contra la corrupción y la frase es la siguiente: “Las escaleras se barren de arriba para abajo”.
Veamos el antecedente de esa frase que seguro será una de las pautas a seguir en el actual gobierno; antecedente de la frase Un proverbio rumano dice que “La escalera ha de barrerse empezando por arriba”. Para barrer una escalera ha de hacerse comenzando por el peldaño más alto. Lo cual indica que seguramente, el grado de limpieza del resto de la escalera se refleja en su peldaño más alto. No podemos limpiar los escalones de abajo hacia arriba.
La intención que le vemos a esta frase, dicha y repetida muchas veces por el Presidente López, es de carácter ético, pues denota una enseñanza o aprendizaje moral más que útil. Recordemos que lo útil lo gobierna la técnica y el obrar está regido por la Moral.
Al estar relacionada la frase con la corrupción gubernamental, entendemos que su aplicación está directamente dirigida a la actividad política, y la actividad política está supeditada la Ética.
Entonces puesta la frase; Las escaleras se barren de arriba para abajo, en el terreno político ternemos que: La escalera de la política mexicana está sucia con deshonestidad, impunidad, corrupción, demagogia, mediocridad, antimexicanidad, etc.
Enseguida viene la pregunta; seremos capaces de limpiarla desde arriba? La respuesta es que si es posible y también dejar claro que los encargados de encabezar la tarea debe ser personas virtuosas y concretamente que sean Prudentes, Justos, Templados y con Fortaleza. Y dentro de la virtud de la justicia y prudencia deben ser Honestos, Honorables y Humildes.
La honestidad para decir la verdad ante todo y respetar los bienes ajenos; la honorabilidad es conducirse con congruencia entre lo que se dice y lo que se obra, con respeto y decoro ante los demás y Humildad para reconocer las propias limitaciones y aprender de los demás.
Querer barrer la escalera sin virtudes y sólo a base de democracia, es decir, quitar unos y poner otros individuos sin moral, no dan buenos resultados.
Conclusión; nadie que no sea una persona virtuosa puede barrera la escalera de la política mexicana de arriba hacia abajo.
Recorriendo la historia de México, encontramos a muchos individuos que demagógicamente protestaron ante el pueblo llevar a cabo esa urgente limpieza de la escalera de la política mexicana y los resultados están a la vista después de 162 años de gobernantes liberales y nuevos liberales, el país está en bancarrota por las deudas, el pueblo viviendo en la miseria y la soberanía empeñada a carteles criminales, bancos usureros, ideologías perversas y antihumanas.
Lo que se busca es romper el círculo vicioso de ensuciar la escalera para que otro venga y la barra, para romperlo debemos seguir este principio: la escalera más limpia no es la que se barre mucho, sino la que menos se ensucia.
A los demagogos les gusta generar grandes escenarios publicitarios y aparentar grandes acciones demagógicas para engañar al pueblo haciéndolo pensar que están cumpliendo sus compromisos y promesas de campaña.
Lo que estamos viendo con el asunto del huachicoleo, Pemex y la escasez de hidrocarburos es el pleito entre los liberales y los nuevos liberales, como dice el refrán; se pelean las comadres y se dicen sus verdades.
Debemos demandar acciones correctivas de fondo como es el evitar el saqueo de los bienes de la nación y llevar ante la justicia a los responsables reales del robo y no a la cuarta categoría y recuperar los bienes a favor del pueblo. Hasta ahora la escalera sigue sucia.